Digital Foundry advierte que la CPU de Nintendo Switch 2 limita el uso de funciones clave de Unreal Engine 5 como Lumen y Nanite, afectando el rendimiento de juegos actuales y futuros.
La llegada de Nintendo Switch 2 ha generado entusiasmo entre jugadores y desarrolladores, especialmente por la promesa de acercar la experiencia portátil a estándares técnicos más cercanos a PlayStation 5 y Xbox Series X|S. Sin embargo, las primeras pruebas con títulos desarrollados en Unreal Engine 5 apuntan a que el procesador de la consola podría convertirse en un cuello de botella para algunas de las funciones más avanzadas del motor.
El análisis proviene de un reciente informe de Digital Foundry, que examinó el rendimiento de juegos como Cronos: The New Dawn, Fortnite y Split Fiction en la nueva máquina de Nintendo. El estudio revela que ninguno de estos títulos incluye tecnologías como Lumen o Nanite, pilares de Unreal Engine 5, lo que sugiere que aún no existe un perfil de optimización capaz de ejecutarlas con fluidez en el hardware actual de Switch 2.
Lo que dicen las pruebas: Fortnite como caso de estudio
Uno de los ejemplos más reveladores es Fortnite. A pesar de ser un juego ampliamente optimizado para múltiples plataformas, en Switch 2 presenta “zonas de transición” que cargan elementos del escenario y provocan picos en el tiempo de fotograma. Según Digital Foundry, si se activaran Lumen, Nanite o Virtual Shadow Maps, estos problemas se intensificarían, afectando la experiencia de juego.
La razón es técnica: estas funciones fueron diseñadas pensando en CPUs mucho más rápidas, como las de PS5 y Xbox Series X|S. En comparación, el procesador de Switch 2 no alcanza la misma capacidad de cálculo, lo que dificulta mantener un rendimiento estable con estas tecnologías activadas. Incluso en PC, títulos como Cronos o el próximo Borderlands 4 ya muestran problemas de “stuttering” en procesadores como el Ryzen 5 3600, lo que anticipa un escenario más exigente para la consola de Nintendo.
Más allá de Unreal Engine 5: otros juegos también sufren
El impacto de la CPU no se limita a los títulos desarrollados con el motor de Epic Games. Durante la Gamescom, la demo de Elden Ring: Tarnished Edition para Switch 2 también evidenció caídas de rendimiento atribuibles al procesador. Esto obliga a los estudios a invertir más tiempo en optimización para alcanzar tasas de fotogramas jugables, algo que podría retrasar lanzamientos o limitar ciertas características visuales.
Este patrón sugiere que, aunque la GPU y otras capacidades del sistema sean competitivas para su segmento, la CPU podría condicionar la ambición técnica de los desarrolladores, especialmente en proyectos multiplataforma que buscan mantener paridad visual con consolas más potentes.
Un reto para el futuro inmediato
El panorama plantea un desafío claro: si Nintendo y los estudios quieren que Switch 2 aproveche plenamente motores como Unreal Engine 5, será necesario un trabajo de optimización específico y posiblemente actualizaciones del propio motor para crear perfiles adaptados al hardware.
En el corto plazo, es probable que veamos versiones recortadas de funciones como Lumen y Nanite, priorizando la estabilidad sobre la fidelidad visual. A largo plazo, la clave estará en cómo los desarrolladores equilibren ambición técnica y rendimiento, y en si Epic Games logra ofrecer herramientas que permitan a Switch 2 brillar sin sacrificar la experiencia de juego.










