Tras el aumento del precio de Xbox Game Pass Ultimate a 29,99 dólares, miles de usuarios están cancelando sus suscripciones, saturando incluso la web de Microsoft.
Desde su lanzamiento en 2017, Xbox Game Pass se convirtió en el pilar de la estrategia de Microsoft en videojuegos. Con más de 34 millones de suscriptores, el servicio ofrecía acceso ilimitado a un amplio catálogo de títulos propios y de terceros, consolidándose como “la mejor oferta en gaming” gracias a su relación calidad-precio.
Sin embargo, la reciente reestructuración de los planes de Game Pass ha generado una tormenta inesperada. El cambio más controvertido fue el aumento del precio de Game Pass Ultimate, que pasó de 19,99 a 29,99 dólares mensuales, un incremento del 50%. Aunque Microsoft acompañó la subida con nuevas funciones y beneficios, la reacción de la comunidad ha sido inmediata: cancelaciones masivas que incluso han puesto en aprietos a la propia web de la compañía.
Según reporta Windows Central, la página de cancelación de suscripciones experimentó fallos y lentitud debido al volumen de usuarios intentando darse de baja, lo que llevó a algunos a sospechar que Microsoft estaba bloqueando las solicitudes. No era el caso: simplemente, el tráfico era inusualmente alto.
La comunidad estalla: “No voy a pagar tanto”
El malestar se reflejó rápidamente en foros como Reddit, donde los hilos más populares del día estaban dominados por quejas contra el aumento de precio.
“No voy a pagar tanto”, escribió uno de los usuarios más votados, explicando que había renovado su suscripción un mes antes al precio anterior y que no pensaba hacerlo de nuevo. Otro comentario destacado señalaba: “Esto va a dejar fuera a muchísima gente, y es irónico después de que dijeran que el servicio ya era rentable. 360 dólares al año es una locura para una suscripción”.
Otros jugadores criticaron que el incremento se justificara con añadidos como Fortnite Crew o Ubisoft Plus Classics, beneficios que no todos valoran. “Para quienes no nos importa Fortnite ni los clásicos de Ubisoft, deberíamos poder pagar 20 o 25 dólares y prescindir de esos extras”, comentó un usuario que planeaba cambiarse a un plan más barato.
El trasfondo: más valor, pero también más costes
Microsoft defendió la subida de precios argumentando que el servicio ahora incluye más juegos, mejoras en la nube y recompensas adicionales. Entre las novedades de Ultimate destacan:
- Acceso prioritario en Xbox Cloud Gaming, ahora con soporte para 1440p y mejor bitrate.
- Más de 400 juegos disponibles, con 45 añadidos solo en el día del anuncio.
- Hasta 75 estrenos en día uno al año, un 50% más que en 2024.
- Fortnite Crew incluido, con pase de batalla y 1.000 V-Bucks mensuales.
- Ubisoft Plus Classics, con decenas de títulos de la compañía.
- Recompensas Xbox renovadas, con hasta 100 dólares anuales en crédito para la tienda.
Aun así, muchos jugadores consideran que el salto de 10 dólares mensuales es excesivo, sobre todo porque el atractivo principal de Ultimate —los estrenos en día uno— queda ahora detrás de una barrera de 30 dólares al mes.
¿Un error estratégico?
El redactor de Windows Central, Brendan Lowry, señala que Microsoft podría haber optado por un aumento más moderado en todos los planes en lugar de concentrar la subida en Ultimate. De esta forma, el acceso a los estrenos no habría quedado restringido a un precio que muchos consideran prohibitivo.
La situación es especialmente delicada porque Game Pass se había posicionado como la suscripción más rentable del sector. Con este cambio, algunos usuarios ya comparan el coste anual con la compra directa de juegos en oferta, concluyendo que la suscripción deja de ser tan atractiva para jugadores casuales.
En paralelo, Microsoft sigue expandiendo su estrategia multiplataforma, con la inminente llegada de las portátiles Xbox Ally y Xbox Ally X, y con un Game Pass cada vez más presente en PC y en la nube. Pero la pregunta es si este giro hacia la diversificación justifica un aumento tan drástico en el precio de su plan estrella.
Un futuro incierto para el “mejor trato en gaming”
Lo que está claro es que la percepción de Game Pass ha cambiado. Lo que antes era visto como un servicio imprescindible por su valor ahora enfrenta críticas por su encarecimiento. Miles de usuarios ya han cancelado o reducido su suscripción a planes más económicos como Premium o PC Game Pass, que ofrecen buena parte de los beneficios a menor coste.
El tiempo dirá si Microsoft logra retener a su base de jugadores o si este movimiento erosiona la confianza en un servicio que, hasta ahora, había sido el estandarte de su ecosistema. Por ahora, la reacción de la comunidad deja un mensaje claro: el precio importa tanto como el catálogo.