El año pasado, el mercado de las criptomonedas simplemente no podía parar. En tan sólo 12 meses, el valor agregado de todas las monedas virtuales se disparó en poco más de 600.000 millones de dólares, lo que representa más del 3.300% sobre una base porcentual. Fue un año destacable en todo el sentido de la palabra.
A medida que el mercado de divisas virtuales se ha disparado y se ha convertido en el centro de atención, también hemos sido testigos de un ciclo de tendencias que se observan en la vanguardia. En la segunda mitad de 2017, todo lo que no se llamaba bitcoin estaba de moda, ya que los inversores centraron sus esfuerzos en la búsqueda del próximo bitcoin.
No mucho después, las monedas de privacidad (privacy coins) se convirtieron en la siguiente novedad en el mercado de criptomonedas. Las monedas de privacidad, como Monero, Dash y Verge, toman el anonimato percibido de las transacciones en criptomonedas y lo refuerzan para ocultar completamente la identidad del remitente y del receptor de los fondos, así como la cantidad que se envía.
Ahora una nueva tendencia ha emergido en el espacio de las criptomonedas y se trata del Coin Burn, o quema de monedas.
El Coin Burn es la última tendencia de las criptomonedas
Aunque el nombre pudiera sonar algo parecido a que un inversor con gasolina y fósforos anda buscando una manera de divertirse, no hay fuego real involucrado en el asunto, ya que los tokens virtuales sólo existen en forma digital.
A lo que realmente se refiere la quema de monedas, es al proceso mediante el cual los mineros de criptomonedas (personas con computadoras potentes que validan transacciones de criptomonedas y operan basados en el modelo de prueba de trabajo) o los desarrolladores, envían tokens a una dirección específica que tiene contraseñas privadas, las cuales son inaccesibles. En términos más sencillos, es un medio de eliminar tokens del suministro en circulación, ya sea para reducir la tasa de inflación de las monedas, o reducir el suministro de monedas en circulación.
Si esto te suena familiar, es porque es similar al concepto de una compañía que cotiza en bolsa iniciando un programa de recompra de acciones ordinarias. Si una empresa que cotiza en bolsa, utiliza su dinero disponible para recomprar acciones ordinarias, debe reducir el número total de acciones en circulación. Al hacerlo, hace que cada acción restante sea más escasa que antes, aumentando potencialmente su valor. Además (al menos para las empresas que cotizan en bolsa), puede mejorar las ganancias por acción, ya que hay menos acciones en circulación en las que se puedan dividir los ingresos netos.
Algo similar pasa con la quema de monedas. Al retirar monedas del suministro en circulación, la percepción es que cada token virtual restante es más escaso que antes. Esto debería servir para aumentar su valor, recompensando a los accionistas con participaciones importantes y a largo plazo.
Dos criptomonedas que recientemente han adoptado la quema de monedas
En los últimos días, Bitcoin Cash se ha unido a esta tendencia, con la divisa virtual que se bifurcó de bitcoin el verano pasado, ganando un 94% en la semana previa al 23 de abril de 2018. La mayoría de las personas se está preguntando en que está metido Bitcoin Cash, la respuesta parece ser nada más que la quema de monedas.
Según un anuncio publicado el 20 de abril en Twitter por Antpool, una empresa minera que actualmente valida algo más del 8% de las transacciones de Bitcoin Cash, ésta ha estado enviando el 12% de las monedas que recibe como recompensa por la validación de la transacción, a estas direcciones inaccesibles mencionadas anteriormente, donde ya no se pueden utilizar. Dado que la minería crea nuevas monedas, las acciones de Antpool están trabajando para reducir la tasa de inflación anual del token BCH de Bitcoin Cash. Esta desaceleración de la inflación parece tener un impacto positivo en el precio del token del BCH.
Pero incluso antes de que Bitcoin Cash apareciera en los titulares referentes a una gran empresa minera quemando monedas, Binance Coin y su token BNB, estaban adoptando la idea de quemar monedas. Si este nombre te suena, es porque Binance Coin es la moneda oficial de Binance. Binance incentiva a los usuarios a utilizar su moneda BNB, para pagar las tarifas por transacción, con descuentos escalonados en las tarifas por trading durante los primeros dos años.
A mediados de enero, Binance acabó quemando 1.821.586 monedas BNB, y lo hizo de nuevo a mediados de abril, quemando 30 millones de dólares en monedas adicionales. A pesar de que Binance Coin no ha tenido casi la misma respuesta que Bitcoin Cash tuvo después de la revelación de Antpool, quemando algunas de sus recompensas por minar bloques, Binance Coin ha estado entre las monedas virtuales de mayor rendimiento desde que comenzó el año.
La quema de monedas tiene un riesgo
Por un parte, algunos inversores podrían ver la quema de monedas como una señal de que los desarrolladores de criptomonedas finalmente están comenzando a buscar el bienestar de los inversores en sus tokens. Pero asumir que la quema de monedas es una medida positiva garantizada, podría terminar siendo un error.
El mayor problema con la quema de monedas es suponer que siempre reducirá el número de tokens pendientes, y que esto signifique intrínsecamente que una moneda virtual debería subir más. El hecho es que el suministro circulante de tokens digitales tiende a ser muy fluido, y a menudo difícil de discernir.
Puedes tomar el bitcoin como un ejemplo perfecto. Algunos dirían que la escasez de bitcoin es lo que lo hace valioso. El número de bitcoin está limitado a 21 millones de tokens, lo que proporciona la percepción de escasez. Sin embargo, bitcoin ha creado nuevos tokens en varias ocasiones a través de bifurcaciones duras (hard forks) de criptomonedas, es decir, divisiones en una criptomoneda causadas por un desacuerdo entre desarrolladores, en cuanto al camino a seguir en el futuro respecto a las actualizaciones de la red. Así es como Bitcoin Cash, Bitcoin Gold y Bitcoin Private fueron creados. No hay nada que impida que bitcoin u otras monedas virtuales vuelvan a bifurcarse en el futuro, lo que proporciona una falsa sensación de escasez.
Si hubiera alguna manera de garantizar la escasez de una moneda virtual, eso haría que el mecanismo de quema de monedas fuese un generador de valor enigmático para los poseedores de tokens. Pero sin esta garantía, puede demostrar ser mucho menos efectiva en la creación de valor y aumento de los precios de los tokens, que la que se genera por la mayoría de los inversores de criptomonedas.