El jefe de PlayStation, Jim Ryan, viajó a Bruselas el mes pasado para reunirse con los reguladores de la Unión Europea que están examinando la propuesta de adquisición de Activision Blizzard por parte de Microsoft.
El jefe de PlayStation, Jim Ryan, viajó a Bruselas para reunirse con los reguladores de la UE en persona para discutir la inminente compra de Activision Blizzard por parte de Microsoft.
Ryan ha criticado la propuesta de compra de 68.000 millones de dólares, por la que Xbox se haría con el editor de Call of Duty.
Dealreporter (vía VGC) ha informado de que Ryan voló a Europa el 8 de septiembre para reunirse con los reguladores y expresar sus preocupaciones cara a cara.
Al parecer, los representantes de Google, propietario de Stadia, también han planteado sus inquietudes.
Pocos días después de la reunión, la Autoridad de Competencia y Mercados del Reino Unido anunció que investigaría más a fondo la propuesta de adquisición de Activision Blizzard por parte de Microsoft.
Poco después, Sony y Microsoft iniciaron una guerra de palabras en Internet, intercambiando declaraciones cada vez más contundentes sobre el posible acuerdo.
Por su parte, Microsoft ha prometido en repetidas ocasiones que mantendrá Call of Duty en PlayStation durante «varios años más», una promesa que Ryan había tachado de «inadecuada a muchos niveles».
El hecho de que Microsoft se quede con Call of Duty -aunque siga saliendo en PlayStation- parece ser el mayor problema de Sony con la transacción en general. Sony ha sugerido que las pretensiones actuales de Microsoft dejan la puerta abierta a que Call of Duty se convierta en una exclusiva de Xbox en algún momento del futuro, algo que podría perjudicar seriamente las futuras ventas de hardware de PlayStation.
E incluso si Call of Duty se quedara en PlayStation, también existe la posibilidad de que Microsoft lance futuros juegos de COD a través de Xbox Game Pass, dejando a los clientes con la opción de jugar el juego a través de sus suscripciones de Xbox, o desembolsar 70 euros en PlayStation.
En otro comunicado del mes pasado, Sony dijo que acogía con satisfacción el anuncio del regulador británico de que investigaría más a fondo el acuerdo entre Microsoft y Activision, el cual «tendría importantes implicaciones negativas para los jugadores y el futuro de la industria del juego».
«Queremos garantizar que los jugadores de PlayStation sigan teniendo una experiencia de juego de la máxima calidad», dijo Sony, «y agradecemos que la CMA se centre en proteger a los jugadores».
Microsoft respondió rápidamente que no tendría «ningún sentido comercial» retirar Call of Duty de PlayStation «dada su posición de liderazgo en el mercado de consolas».
Se cree que el actual acuerdo de Call of Duty entre Sony y Activision cubre los juegos Modern Warfare 2 y Warzone 2 de este año, y un nuevo juego del desarrollador de Black Ops, Treyarch, que podría no llegar hasta 2024.
El último informe llega después de que Microsoft presentara oficialmente su propuesta de adquisición de Activision Blizzard ante la Comisión Europea.
En una presentación realizada el viernes, el organismo de control de la competencia europeo confirmó que ha establecido un plazo provisional hasta el 8 de noviembre para autorizar el acuerdo de 68.700 millones de dólares u optar por entrar en una segunda fase de investigación más detallada.
En las próximas semanas, la Comisión Europea analizará el acuerdo en lo que se denomina la «fase I» de revisión.