Al parecer, el Proyecto Scarlett no va a ser una consola, sino dos: la de gama alta con el nombre en código Anaconda y la de gama baja con el nombre de Lockhart. Ambas serán consolas poderosas, pero Anaconda es realmente un monstruo según sus supuestas especificaciones.
Fuentes confiables indican que Microsoft tiene dos versiones programadas para lanzarse a tiempo para la temporada navideña 2020. A diferencia de las supuestas PS5 y PS5 Pro, los desarrolladores han asignado nombres en clave para el dúo – Anaconda y Lockhart. Según Windows Central, la primera es la unidad insignia mientras que la segunda será la versión básica de las dos.
Windows Central afirma que la información proviene de múltiples fuentes dentro de la empresa de Redmond y que, sin embargo, las cosas pueden cambiar. El informe se hace eco de un informe anterior del blog de videojuegos Kotaku, que fue el primero en señalar la existencia de Lockhart.
Lockhart será el heredero de la Xbox One S All-Digital Edition. Una consola compacta sin unidad de disco, Lockhart aparentemente vendrá con una unidad de estado sólido interna y una CPU lo suficientemente potente como para jugar a los juegos de próxima generación creados para Project Scarlett.
En el aspecto de la CPU, ambos modelos aparentemente tendrán CPUs de ocho núcleos con una velocidad de reloj estimada de 3,5 GHz.
Según las fuentes de Windows Central, Lockhart tendrá un procesador de 8 núcleos que funcionará a 3,5 GHz, produciendo cerca de cuatro teraflops de potencia de procesamiento, lo que duplica con creces los 1,4 teraflops de la Xbox One S, aunque no iguala a los seis teraflops de la Xbox One X. La publicación afirma que, aunque Lockhart puede no igualar ese rendimiento, viene con otras características que lo hacen de «próxima generación» y lo sitúan por encima del modelo X actual, incluyendo las capacidades de trazado de rayos.
Anaconda, sin embargo, supera todo lo demás con 12 teraflops de potencia bruta y una CPU de 8 núcleos corriendo a una velocidad superior a la de Lockhart. El blog afirma que no sólo duplicará la potencia de cálculo en bruto de la CPU de la Xbox One X, sino que tendrá un rendimiento «de cuatro a cinco veces mejor» gracias a las «vastas mejoras en el almacenamiento en caché, la nueva arquitectura de silicio y otras optimizaciones generales personalizadas y patentadas».
Microsoft está estudiando la posibilidad de dar a cada SKU unos 16 GB de RAM GDDR6, de los cuales 13 GB se dedicarán a los juegos, mientras que el sistema operativo depende de la memoria restante.
La consola más grande también tendrá mucha más memoria disponible para los juegos: un total de 16 GB de RAM, tres dedicados al sistema operativo y el resto exclusivamente para ejecutar los juegos. La X tiene «sólo» 9 GB disponibles para los juegos.
La otra gran novedad será el nuevo sistema SSD de las consolas, que supuestamente reducirá el tiempo de carga a «segundos» y la integración con Microsoft Project xCloud para jugar en modo streaming.
Dicho esto, Scarlett será capaz de ejecutar todos los juegos de generaciones anteriores que están disponibles en Xbox One hoy en día, incluyendo juegos compatibles con versiones anteriores como Microsoft ya ha anunciado.
Tendremos que ver si Microsoft puede cumplir con todo este poder y magia que se rumorea, pero 2020 va a ser un año emocionante en el mundo de los videojuegos.