Algunas películas son tan desastrosas que, en lugar de aburrir, se convierten en experiencias divertidísimas. Te contamos cuáles son esos “clásicos del cine” y por qué deberías verlos al menos una vez en tu vida.
Una mala película puede ser una decepción… o una joya involuntaria. A veces el guion es absurdo, los efectos especiales parecen de feria y la actuación resulta tan forzada que provoca carcajadas sin quererlo. Y en ese desastre, lo que debería ser un fracaso se transforma en una comedia accidental.
Ver una de estas cintas es perfecto para una sesión de risas en solitario o una noche con amigos, donde la burla se vuelve parte de la diversión. Lo curioso es que muchos de estos títulos alcanzan un estatus de culto precisamente por lo ridículos que son. Aquí repasamos algunas de las mejores (o peores, según se mire) películas que se ganaron un lugar en la historia del cine por ser terribles… y al mismo tiempo hilarantes.
10. Mac and Me (1988)
En plena fiebre ochentera por E.T. el extraterrestre, Hollywood intentó replicar el éxito con Mac and Me. La trama cuenta cómo una familia de alienígenas llega a la Tierra y el más pequeño, apodado MAC (siglas de “Mysterious Alien Creature”), escapa de las instalaciones de la NASA y termina haciéndose amigo de Eric, un niño en silla de ruedas que lo ayuda a reunirse con los suyos.
El problema es que nada en esta película logra la ternura que transmitía E.T.. Los aliens parecen muñecos con ojos saltones y mejillas infladas que resultan más inquietantes que adorables. Y si eso no fuera suficiente, la cinta regala escenas memorables por lo absurdas: desde un número musical en McDonald’s con MAC disfrazado de oso, hasta el momento en que Eric rueda con su silla por un acantilado para caer en un lago. Esta última secuencia se volvió tan icónica que el actor Paul Rudd la usaba como gag recurrente cada vez que visitaba el programa de Conan O’Brien.
Ficha técnica:
- Clasificación: PG
- Género: Familiar, fantasía, ciencia ficción, aventura
- Estreno: 12 de agosto de 1988
- Duración: 95 minutos
- Director: Stewart Raffill
9. Street Fighter (1994)
El popular videojuego de lucha tuvo una adaptación al cine que terminó siendo más recordada por lo ridícula que por su fidelidad. En Street Fighter: The Movie, el malvado General M. Bison (Raúl Juliá) amenaza al mundo como líder de la nación ficticia de Shadaloo. La única esperanza recae en el coronel William F. Guile (Jean-Claude Van Damme), quien encabeza un equipo de héroes dispuestos a derrotar al dictador.
El resultado es un espectáculo disparatado: Van Damme entrega más pasión a sus patadas que a sus diálogos, el guion parece escrito sin pies ni cabeza, y las peleas se vuelven tan exageradas que terminan funcionando como parodia involuntaria. De hecho, uno de los momentos más comentados es el enfrentamiento de Guile contra un Bison que literalmente vuela.
Aun así, hay un punto alto: la actuación de Raúl Juliá. Consciente del desastre en el que estaba, el actor se apropia de cada línea absurda y la convierte en pura comedia. Su interpretación es tan desbordada que hasta frases simples como “¡Por supuesto!” suenan irresistiblemente graciosas.
Ficha técnica:
- Clasificación: PG-13
- Género: Acción, aventura, ciencia ficción, thriller
- Estreno: 23 de diciembre de 1994
- Duración: 102 minutos
- Director: Steven E. de Souza
8. Moonfall (2022)
Roland Emmerich, conocido por Independence Day y El día de la independencia, regresó a su género favorito: las catástrofes imposibles. En Moonfall plantea nada menos que la idea de que la Luna sale de su órbita y se dirige directamente a estrellarse contra la Tierra. Un grupo de héroes improbables y científicos desesperados trata de salvar a la humanidad mientras intenta descifrar el misterio detrás de la caída del satélite.
El resultado es tan ridículo que se vuelve irresistible. La “ciencia” de la película es un festival de disparates: personajes que sueltan frases como “¡Oh no, ahí viene la Luna!” con total seriedad, explicaciones pseudocientíficas sin pies ni cabeza y escenas que parecen sacadas de un sketch de comedia más que de una superproducción.
Verla en el cine fue para muchos una experiencia cómica involuntaria; incluso los estudiantes de física presentes no podían contener la risa desde las primeras escenas. En otras palabras: un desastre cinematográfico que funciona perfecto como comedia accidental.
Ficha técnica:
- Clasificación: PG-13
- Género: Acción, fantasía, aventura
- Estreno: 4 de febrero de 2022
- Duración: 120 minutos
- Director: Roland Emmerich
7. The Wicker Man (2006)
El remake de The Wicker Man es recordado menos por su trama y más por la actuación desbordada de Nicolas Cage. El actor interpreta a Edward Malus, un policía que investiga la desaparición de una niña en una isla habitada por una comunidad de extraños neopaganos que ocultan la verdad a toda costa.
Lo que podría haber sido un thriller inquietante se convierte en un espectáculo involuntariamente cómico gracias a Cage, que regala uno de los papeles más exagerados de su carrera. Sus escenas de furia, sus gritos desmedidos y frases que van de lo absurdo a lo memorable —como el célebre ataque de las abejas donde suplica “¡Mis ojos, no mis ojos!”— han convertido la película en un clásico del cine “tan malo que es bueno”.
Pocos thrillers sobre niños desaparecidos y sectas extrañas provocan tanta risa como este, y ahí radica su atractivo: no da miedo, pero sí es desternillante.
Ficha técnica:
- Clasificación: PG-13
- Género: Terror, misterio, thriller
- Estreno: 31 de agosto de 2006
- Duración: 102 minutos
- Director: Neil LaBute
6. Plan 9 From Outer Space (1959)
Considerada la obra maestra del cine malo, Plan 9 From Outer Space es probablemente el título más famoso de Ed Wood, un director que se ganó la etiqueta de “peor cineasta de la historia”. La historia mezcla invasiones alienígenas y zombis: platillos voladores llegan a California con el plan de conquistar la Tierra resucitando a los muertos, y un pequeño grupo de humanos debe detenerlos.
Los efectos especiales son tan primitivos que resultan entrañables: platillos que parecen colgados con hilos, decorados improvisados y un guion plagado de diálogos absurdos. El reparto incluye figuras tan peculiares como Tor Johnson, Vampira y uno de los últimos papeles de Bela Lugosi, cuya presencia le da un extraño aire de “seriedad” en medio del caos.
Con el tiempo, esta película se volvió de culto porque, más que mala, es una comedia involuntaria que nunca pierde su encanto kitsch. A día de hoy sigue siendo una referencia obligada cuando se habla de cine malo que se disfruta precisamente por lo disparatado que es.
Ficha técnica:
- Clasificación: Sin calificación oficial
- Género: Ciencia ficción, terror
- Estreno: 22 de julio de 1959
- Duración: 79 minutos
- Director: Edward D. Wood Jr.
5. Tammy and the T-Rex (1994)
En plena fiebre noventera por los dinosaurios después del éxito de Jurassic Park, apareció Tammy and the T-Rex, una mezcla imposible entre comedia romántica adolescente y cine de terror con monstruos. La trama gira en torno a Tammy (Denise Richards), una porrista que pierde a su novio Michael (Paul Walker). La “buena noticia” es que Michael sigue vivo; la mala es que su cerebro ha sido trasplantado al cuerpo de un tiranosaurio robótico que desata una sangrienta ola de destrucción.
La premisa ya suena disparatada, pero lo que realmente la convierte en un festín de risas son los efectos especiales de bajo presupuesto. Entre las escenas más memorables está aquella en la que el T-Rex —con el cerebro de Michael— logra llamar a Tammy desde una cabina telefónica usando un brazo falso que parece un títere de calcetín. Y por si fuera poco, el desenlace roza lo surrealista con un giro extraño y hasta con tintes sexuales.
Con los años, el corte del director (más sangriento y explícito) le dio un aire aún más de culto, convirtiéndola en un clásico dentro del cine “tan malo que es bueno”.
Ficha técnica:
- Clasificación: PG-13
- Género: Ciencia ficción, terror, romance
- Estreno: 28 de diciembre de 1994
- Duración: 82 minutos
- Director: Stewart Raffill
4. Cats (2019)
El famoso musical de Broadway dio el salto al cine en 2019 bajo la dirección de Tom Hooper, pero el resultado fue uno de los espectáculos más desconcertantes que han llegado a la gran pantalla. La historia se mantuvo fiel al original: un grupo de gatos callejeros compite cantando y bailando para ascender al “Heaviside Layer”. Sin embargo, la diferencia clave fue el estilo visual: los personajes fueron recreados con un CGI tan extraño que parecían híbridos entre humanos y felinos sacados de una pesadilla digital.
La rareza no termina ahí. El reparto incluye a actores de renombre —como Judi Dench o Ian McKellen— en situaciones ridículas, desde lamerse como gatos hasta beber leche con total seriedad. El contraste entre la solemnidad de los intérpretes y la extravagancia de los efectos convierte cada número musical en una experiencia involuntariamente cómica.
El resultado: una película que, lejos de emocionar como el musical original, provoca carcajadas nerviosas en la sala de cine y se ha ganado un puesto de honor en la categoría de “tan mala que hay que verla para creerla”.
Ficha técnica:
- Clasificación: PG
- Género: Musical
- Estreno: 20 de diciembre de 2019
- Duración: 110 minutos
- Director: Tom Hooper
3. Silent Night, Deadly Night Part 2 (1987)
La primera Silent Night, Deadly Night causó polémica por mezclar la Navidad con un asesino disfrazado de Santa Claus. Su secuela, sin embargo, tomó un rumbo diferente y terminó convirtiéndose en un clásico del cine malo. La historia sigue a Ricky, hermano del asesino original, quien relata su propio camino homicida a un psiquiatra mientras revive recuerdos y ataques cada vez más absurdos.
El protagonista, interpretado por Eric Freeman, ofrece una actuación tan exagerada que convierte cada línea en un meme en potencia. Con una sonrisa permanente y un tono de villano de caricatura, su “castigo” a los que considera malvados se vuelve tan ridículo como hilarante.
La joya de la película es la escena en la que Ricky, en plena masacre, dispara a un vecino que simplemente estaba sacando la basura y grita con entusiasmo desmedido: “¡GARBAGE DAY!”. Ese momento quedó inmortalizado como uno de los gritos más cómicos en la historia del cine de terror.
Ficha técnica:
- Clasificación: R
- Género: Terror
- Estreno: 10 de abril de 1987
- Duración: 88 minutos
- Director: Lee Harry
2. Troll 2 (1990)
No necesitas ver Troll 1 para disfrutar (o sufrir) Troll 2. De hecho, la película no guarda ninguna relación con la primera entrega. La historia sigue a una familia que se va de vacaciones a un pequeño pueblo llamado Nilbog, nombre que —para sorpresa de nadie— resulta ser “goblin” escrito al revés. El hijo menor, advertido por el fantasma de su abuelo, descubre que los habitantes del pueblo en realidad son duendes vegetarianos que convierten a los humanos en plantas… para luego devorarlos.
La cinta está repleta de momentos absurdos: criaturas con disfraces de goma de feria, personajes obsesionados con la leche y el colesterol, y un clímax donde el héroe vence a los goblins con nada menos que un sándwich de mortadela. Entre las escenas más memorables están la reacción exagerada de un personaje apuñalado con una lanza, el niño orinando sobre la cena familiar para salvar a los suyos y frases inolvidables como: “You can’t piss on hospitality! I won’t allow it!” o el viral “They’re eating her… and then they’re going to eat me. Oh my god!”.
Por todo esto, Troll 2 ha alcanzado el estatus de culto como una de las peores películas jamás filmadas… y al mismo tiempo una de las más divertidas para ver en grupo.
Ficha técnica:
- Clasificación: PG-13
- Género: Comedia, fantasía, terror, misterio
- Estreno: 12 de octubre de 1990
- Duración: 95 minutos
- Director: Claudio Fragasso
1. The Room (2003)
No hay película mala más icónica que The Room, el proyecto escrito, dirigido y protagonizado por Tommy Wiseau. La trama gira en torno a Johnny, un banquero cuya prometida lo engaña con su mejor amigo, Mark. Lo que debería ser un drama romántico intenso se convierte en una comedia involuntaria gracias a la peculiar dirección y a la forma tan extraña en que Wiseau entrega cada diálogo.
De esta cinta surgieron frases inmortales del cine “so bad it’s good”, como el sencillo pero hilarante “Oh, hi, Mark” o el dramático “You’re tearing me apart, Lisa”. Cada intento de emoción termina en carcajada, y cada escena es tan surreal que parece un sketch de parodia, pero no lo es.
Con el tiempo, The Room se convirtió en un fenómeno de culto mundial, proyectándose en funciones de medianoche con público que interactúa y grita los diálogos de memoria. Incluso ha sido emitida como broma de April Fool’s en el canal Adult Swim, consolidando su lugar como la reina indiscutible del cine malo que se disfruta a lo grande.
Ficha técnica:
- Clasificación: R
- Género: Drama, romance
- Estreno: 27 de junio de 2003
- Duración: 91 minutos
- Director: Tommy Wiseau
Conclusión
El cine malo a menudo se etiqueta como “placeres culpables”, pero lo cierto es que no hay culpa en reírse con películas de gatos digitales, goblins vegetarianos o un Nicolas Cage desatado gritando contra las abejas. Estas cintas no son grandes obras del séptimo arte, pero sí ofrecen algo que pocas logran: diversión pura y carcajadas inesperadas.
Lo mejor es verlas acompañado, con amigos listos para disfrutar de lo absurdo, de lo ridículo y de esos momentos que nunca fueron pensados para hacernos reír… pero que lo logran como pocas comedias modernas.