Lista de juegos de Activision, Bethesda y Microsoft que aún faltan en Xbox Game Pass

Los fans de Xbox hacen listas de todos los juegos de Activision, Bethesda y Microsoft que aún no llegan a Game Pass. El catálogo ausente sigue siendo enorme.

La compra de Activision-Blizzard por parte de Microsoft se cerró hace casi dos años, y aunque los suscriptores de Xbox Game Pass ya han recibido muchos beneficios desde entonces, la integración completa de su catálogo ha sido más lenta de lo esperado.

Series como Call of Duty ya forman parte del servicio, cumpliendo una de las promesas más repetidas por Microsoft durante el proceso de fusión, tanto ante los fans como ante los reguladores. Hoy en día, Xbox Game Pass Ultimate cuesta 19,99 dólares al mes, con acceso desde el primer día a lanzamientos de Activision, Bethesda y Xbox Game Studios. Sin embargo, algunos jugadores no están del todo satisfechos.

Expectativas infladas por Microsoft

La propia Microsoft ayudó a elevar las expectativas. En 2022, el director de Microsoft Gaming, Phil Spencer, escribió en un blog oficial que la adquisición de Activision-Blizzard-King mejoraría el acceso a su extenso —y costoso— catálogo, citando nombres como Diablo, Call of Duty y Overwatch.

“Los servicios de suscripción como Game Pass hacen que el gaming sea más accesible y ayudan a los jugadores de todo el mundo a encontrar su próximo juego favorito. Pretendemos poner la querida biblioteca de Activision Blizzard —incluyendo Overwatch, Diablo y Call of Duty— en Game Pass y hacer crecer esas comunidades”, decía Spencer en aquel texto.

Más adelante, en 2024, cuando Diablo IV llegó al servicio, la empresa volvió a insistir: “Habrá aún más juegos a medida que cumplamos nuestro compromiso de ofrecer títulos de Activision y Blizzard en Game Pass, tanto lanzamientos nuevos como clásicos de su catálogo legendario”.

Desde entonces, la biblioteca sí se ha ampliado: clásicos como Warcraft y StarCraft, Diablo III y IV, las trilogías de Crash Bandicoot y Spyro, además de Tony Hawk’s Pro Skater. También llegaron cuatro entregas de Call of Duty, junto a perks para títulos free-to-play como Overwatch 2, Warzone y Heroes of the Storm. Incluso problemas editoriales de larga data quedaron resueltos, como en el caso de Hexen, que al fin pudo ser reeditado.

Pero aun así, el catálogo disponible palidece frente al enorme archivo histórico de Activision.

La lista de juegos ausentes es enorme

Tal como recopiló el usuario Crusader3456 en X, la lista de juegos de Activision, Bethesda y Microsoft que aún no están en Xbox Game Pass es gigantesca. El documento en Excel no solo repasa la etapa de Xbox 360 en adelante, sino que sirve de radiografía de lo que aún falta por llegar.

Algunos de estos títulos no aparecen debido a problemas de licencias con la retrocompatibilidad de Xbox. En su momento, Microsoft señaló que había agotado todas las vías legales para reeditarlos, con obstáculos que iban desde licencias de efectos de sonido expiradas hasta la imposibilidad de contactar a los propietarios de los derechos.

Sin embargo, también hay muchos títulos que ya son retrocompatibles en Xbox y que, pese a no tener trabas legales, siguen sin llegar a Game Pass. Y es aquí donde surge la gran pregunta: si Microsoft prometió traer la “querida biblioteca de Activision” al servicio, ¿qué está frenando realmente ese proceso?

¿Por qué todavía no llegan?

Según señala Jez Corden en Windows Central, la explicación es compleja. Parte de la respuesta está en la delicada economía de Xbox Game Pass. Exejecutivos de la industria como Pete Hines (Bethesda), Shawn Layden (PlayStation) y Shannon Loftis (Xbox) han criticado al servicio en el pasado, señalando que puede canibalizar las ventas minoristas y reducir la inversión en desarrolladoras obligadas a participar.

De hecho, Microsoft maneja internamente fórmulas para calcular esa canibalización y “cobrársela” a los estudios involucrados. No es casualidad que en 2024 la compañía moviera el beneficio de “lanzamientos día uno” de la suscripción más barata (12,99 dólares) al plan premium de 19,99, justo antes de incluir Call of Duty.

En juegos de alto coste como CoD, cualquier alteración en el modelo de negocio puede ser crítica. Es probablemente la misma razón por la que títulos como World of Warcraft o The Elder Scrolls Online no han llegado aún a Game Pass: ambos dependen de suscripciones propias para sostenerse.

También pesa la lógica comercial: Microsoft sabe que, si habilita los Call of Duty clásicos en masa, buena parte de los jugadores migrarían a ellos, quitándole protagonismo —y monetización— a las entregas actuales.

A esto se suman juegos como MechAssault, atados a contratos legales antiguos y confusos sobre la licencia BattleTech, que Microsoft no controla del todo. En esos casos, la empresa suele pecar de precavida para evitar litigios oportunistas.

El equilibrio delicado de Game Pass

En el fondo, el gran freno es el equilibrio con los estudios third-party que forman parte del servicio. Si Microsoft lanza de golpe 30 o 40 clásicos de Activision, el riesgo es que los indies y terceros pierdan visibilidad y beneficios, poniendo en peligro un ecosistema que necesita mantenerse sano para que Game Pass funcione.

Este cuidado sería menos necesario si Game Pass mostrara un crecimiento sostenido, pero no hay señales de que eso ocurra: la última cifra oficial de usuarios (34 millones) se compartió en febrero de 2024, y desde entonces Microsoft no ha actualizado el dato.

Por eso, la estrategia ha sido diversificar hacia PC, la nube y dispositivos como el ROG Ally con Xbox Cloud Gaming, más que saturar la biblioteca de clásicos en consola.

Conclusión

En resumen, aunque el catálogo de Activision dentro de Game Pass ya es más amplio de lo que muchos esperaban al principio, todavía hay docenas de juegos pendientes, algunos bloqueados por licencias y otros retenidos por estrategia.

Microsoft se encuentra en una encrucijada: dar un golpe de efecto con más títulos retro que refuercen el valor del servicio, o seguir con la táctica de goteo, cuidando su delicado equilibrio financiero. Mientras tanto, los fans siguen organizando listas para recordarle a Xbox que, en su promesa de “llevar la querida biblioteca de Activision a Game Pass”, aún falta mucho camino por recorrer.