Sony prepara la PlayStation 6 para 2027: nuevas GPU con núcleos Radiance, aceleradores de IA y compresión universal prometen un salto técnico sin precedentes en rendimiento y realismo.
Sony ya tiene marcada en el calendario la llegada de su próxima gran consola. Según una filtración del reconocido informante de AMD KeplerL2, la PlayStation 6 estaría “bloqueada” para un lanzamiento en 2027, salvo retrasos inesperados. La información apareció en los foros de NeoGAF, en medio del revuelo causado por la reciente presentación conjunta entre AMD y Sony sobre el futuro del hardware de videojuegos, conocida internamente como Project Amethyst.
De confirmarse, el ciclo generacional se mantendría en la línea habitual de siete años, similar al que separó a PlayStation 4 y PlayStation 5. No obstante, esta vez la transición sería más corta entre la PS5 Pro (prevista para 2024) y su sucesora directa, acortando el margen a solo tres años.
Un salto técnico que apunta directo al PC
Las primeras estimaciones de rendimiento, filtradas por el canal Moore’s Law Is Dead, ya habían despertado entusiasmo: entre 34 y 40 teraflops de potencia bruta y un incremento de 6 a 12 veces en ray tracing respecto a la PS5. Ahora, las nuevas revelaciones confirman que buena parte de ese salto se deberá a una serie de innovaciones en arquitectura gráfica y procesamiento de datos diseñadas por AMD exclusivamente para la próxima generación de consolas.
Entre las tres tecnologías clave que debutarán con Project Amethyst destacan los Radiance Cores, las Neural Arrays y la Universal Compression, tres pilares que redefinirán la manera en que PlayStation gestiona gráficos, inteligencia artificial y rendimiento general.
Los Radiance Cores son bloques de hardware dedicados a acelerar los cálculos más complejos del ray tracing, descargando ese trabajo de los shader cores tradicionales. Según KeplerL2, estos núcleos ofrecerán más funciones que los RT cores de la serie NVIDIA RTX 50XX, integrando además una Neural Radiance Cache que optimiza la iluminación global mediante aprendizaje automático. Se trata, en esencia, de la evolución más ambiciosa que AMD ha desarrollado en trazado de rayos para un entorno doméstico.
Inteligencia artificial al servicio del rendimiento
Por su parte, las Neural Arrays son unidades de aceleración de IA integradas directamente en la GPU, capaces de ejecutar inferencias y modelos de aprendizaje profundo de forma nativa en la consola, sin depender de servidores externos. A diferencia de los Tensor Cores de NVIDIA o de los llamados Neural Shaders, estas unidades se basan en clustering de grupos de trabajo y memoria compartida a nivel global, una tecnología presente en los chips de centros de datos de AMD pero inédita en el hardware de consumo.
El resultado es un sistema preparado para integrar técnicas de reescalado, optimización de físicas o generación procedural directamente en tiempo real, reduciendo el consumo de recursos y manteniendo la latencia al mínimo.
Universal Compression: más velocidad, menos consumo
El tercer gran avance confirmado por Sony y AMD es la llamada Universal Compression, una tecnología de compresión y descompresión a nivel de hardware que actúa sobre todo tipo de datos —no solo texturas o colores, como el sistema Neural Texture Compression de NVIDIA—. Gracias a esta innovación, el flujo de datos entre la GPU, la memoria y el almacenamiento será mucho más eficiente, reduciendo los tiempos de carga y el uso de ancho de banda.
Dentro de este nuevo marco técnico, Sony también estaría implementando un formato de compresión geométrica densa (Dense Geometry Compression Format, DGF), diseñado para optimizar el rendimiento del ray tracing y mejorar la representación de modelos 3D complejos sin penalizar la memoria.
PS6: más que una consola, una plataforma de próxima generación
El arquitecto principal de PlayStation, Mark Cerny, adelantó en el video de presentación que estas tecnologías no solo impulsarán la futura PS6, sino que también transformarán la manera en que se desarrollan los juegos. La meta, dijo, es que “el hardware y el software evolucionen de forma conjunta para ampliar los límites de la inmersión visual”.
A nivel de potencia, la PS6 se situaría muy por encima del hardware actual de PC de gama media, con una arquitectura basada en AMD RDNA 5 y CPU Zen 6, probablemente fabricada bajo el nodo de 3 nanómetros de TSMC. Todo apunta a que Sony apostará por un diseño de SoC unificado, con soporte para IA local y un rendimiento de ray tracing que podría redefinir el estándar de la industria.
Por ahora, no hay confirmación oficial ni del diseño ni del precio de lanzamiento, aunque la ventana de 2027 ya parece estar decidida. Si todo se cumple según los planes de AMD y Sony, la PlayStation 6 no solo marcará un salto generacional clásico, sino una evolución técnica que difumina cada vez más la frontera entre consola y estación de trabajo de alta gama.