La consola Nintendo Switch nunca pudo seguir el ritmo de las consolas PlayStation 4 y Xbox One, pero una reciente prueba de overclocking realizada con una Switch modificada pone de manifiesto exactamente qué es lo que más ha frenado a la consola.
El usuario de YouTube naga, que ya había mostrado en un vídeo anterior cómo un modelo OLED modificado con 8 GB de RAM ejecutaba juegos como Zelda: Tears of the Kingdom y Mortal Kombat 1, ha realizado una prueba de overclocking extrema con otro modelo OLED modificado con 8 GB de RAM Hynix NEI, en la que ha puesto de manifiesto que es sin duda la RAM lo que realmente está frenando el sistema. Zelda: Breath of the Wild, por ejemplo, consigue correr a cerca de 60 FPS overclockeando la RAM a 3050 Mhz.
Otros juegos, como Hogwarts Legacy y The Witcher 3, muestran una mejora significativa del rendimiento con la RAM overclockeada, consiguiendo funcionar a más de 30 FPS en la mayoría de escenarios cómodamente.
Viendo cómo la Nintendo Switch tiene un enorme cuello de botella de RAM, es de esperar que Nintendo haya tomado nota del problema para su sucesora aún por desvelar.
Según los rumores, la futura consola debería venir con 12 GB de RAM, lo que supone una mejora considerable respecto a los 4 GB de su predecesora, aunque, en conjunción con el resto de especificaciones del sistema, podrían no ser suficientes para lograr un rendimiento a la altura de las demás consolas de la actual generación.
No obstante, la compatibilidad con NVIDIA DLSS, aunque probablemente limitada a Superresolución y Reconstrucción de Rayos, debería permitir a Nintendo Switch 2 ofrecer juegos fluidos a 1080p con trazado de rayos.