La Xbox Series X de Microsoft podría costar 599 dólares y ser potencialmente más cara que la PS5, según la escritora, presentadora y actriz Alanah Pearce, muy respetada en la industria de los juegos.
Una fuente minorista le dijo a Pearce que la Xbox Series X costará casi 600 dólares, lo cual es sorprendente dados los rumores previos que sugerían que la consola de próxima generación de Microsoft podría costar tan sólo 400 dólares. Como se menciona cerca del minuto 41 en el video de abajo, la fuente envió un mensaje con una imagen de la pantalla de su trabajo que tenía el precio de la Xbox Series X en ella.
Esa es una evidencia bastante convincente de que la Xbox Series X podría ser más cara de lo que se pensaba. Sin embargo, el precio podría ser simplemente un precio de reserva para la Xbox Series X, dado que Microsoft no ha anunciado ningún precio formal.
Pero con el lanzamiento de la consola en noviembre, se puede decir que es un poco tarde para los precios de reserva. Es probable que los minoristas quieran decidir cuánto stock de la consola querrán tener en función de lo cara que sea y de la probabilidad de que se venda a su precio de venta recomendado.
Con la PS5 apuntando a un precio de 500 dólares, había rumores de que la Xbox Series X iba a recortar este precio en 100 dólares. Tal reducción de precio indicaría que Microsoft quiere atraer a las personas a su ecosistema Xbox y puede estar dispuesto a asumir pérdidas con el hardware de su consola.
Sin embargo, la lógica dictaría que como la Xbox Serie X ofrece 12 teraflops de potencia en comparación con los 10,28 teraflops de la PS5, sería la consola más cara. Así que pagar unos 100 dólares más por una Xbox Series X que por una PS5 tendría sentido dada la diferencia de potencia.
Y el jefe de la Xbox, Phil Spencer, ha dicho que a Microsoft no le preocupa vender muchas unidades de la Xbox Series X, ya que el plan es construir el ecosistema de la Xbox con el Xbox Game Pass, el streaming de juegos xCloud, los juegos de varias generaciones y los PC con Windows 10. Así que si la Xbox Serie X cuesta casi 600 dólares y la gente decide no comprarla en el lanzamiento y optar por una PS5 en su lugar, Microsoft todavía tiene muchas maneras de traer jugadores a bordo.
Si esto parece un movimiento audaz por parte de Microsoft, vale la pena recordar que el Xbox Game Pass tiene actualmente 10 millones de suscriptores, según informó The Verge en abril. Con un Game Pass que cuesta entre $4.99 y $14.99 al mes, Microsoft ya está ganando unos $100 millones al mes con el servicio. Por lo tanto, si los juegos de la próxima generación para Xbox, que llegarán a la Xbox One durante los dos primeros años, animan a más gente a suscribirse a Game Pass para Xbox incluso sin conseguir una Xbox Series X, Microsoft seguirá ganando millones y millones de dólares.
Por supuesto, tendremos que esperar y ver cómo se desarrolla todo esto cuando lleguen las nuevas consolas en noviembre. Pero parece que ninguno de los dos va a perder en esta guerra de consolas de nueva generación.
