¿Qué tan potente es la Xbox Series S? ¿Vale la pena en 2023?

¿Quieres saber cómo se comporta la Xbox Series S en los juegos más populares de la nueva generación? En este artículo te mostramos el rendimiento de la consola más económica de Microsoft en 10 títulos que aprovechan su velocidad, su escalado a 4K y su capacidad para alcanzar los 120 fps.

La Xbox Series S es la consola más pequeña y económica de Microsoft para la nueva generación de videojuegos. Se trata de una versión reducida de la Xbox Series X, que ofrece un rendimiento inferior pero también un precio más asequible. Pero, ¿qué tan potente es realmente la Xbox Series S? ¿Podrá competir con su hermana mayor y con la PlayStation 5? ¿O será un lastre para el avance tecnológico de esta generación?

Para responder a estas preguntas, vamos a analizar las especificaciones técnicas de la Xbox Series S y compararlas con las de las otras consolas de nueva generación. También veremos qué ventajas e inconvenientes tiene esta consola y qué tipo de público puede estar interesado en ella.

Especificaciones técnicas de la Xbox Series S

La Xbox Series S tiene un diseño compacto y minimalista, que ocupa un 60% menos que la Xbox Series X. Su color es blanco con una rejilla negra circular en uno de sus lados. Su tamaño es de 27,5 x 15,1 x 6,5 cm y su peso es de 1,9 kg.

En cuanto a sus componentes internos, la Xbox Series S cuenta con un procesador AMD personalizado basado en la arquitectura Zen 2, con ocho núcleos a una frecuencia de 3,6 GHz (3,4 GHz con multihilo). Este procesador es similar al que lleva la Xbox Series X y al que se encuentra en algunos modelos de PC como el Ryzen 7 3800X.

El procesador gráfico también es AMD personalizado basado en RDNA 2, pero con una potencia muy inferior a la de la Xbox Series X: solo cuatro teraflops frente a los doce teraflops de su hermana mayor. Esto significa que la capacidad para generar gráficos detallados y realistas es mucho menor en la Xbox Series S.

La memoria RAM también se reduce a la mitad: 10 GB GDDR6 frente a los 16 GB GDDR6 de la Xbox Series X. De estos 10 GB, ocho están reservados para los juegos y dos para el sistema operativo. La velocidad del ancho de banda también varía según el segmento: los primeros ocho GB tienen una velocidad máxima de 224 GB/s y los últimos dos GB tienen una velocidad máxima de 56 GB/s.

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El almacenamiento interno es otro punto débil de la Xbox Series S: solo cuenta con un disco duro SSD NVMe personalizado de 512 GB frente al SSD NVMe personalizado de 1 TB de la Xbox Series X. Además, el espacio real disponible para los juegos es menor, ya que parte del disco duro esta ocupado por el sistema operativo y otras aplicaciones. Según Microsoft, la capacidad real es de unos 364 GB.

La Xbox Series S está diseñada para ofrecer un rendimiento de próxima generación a un precio asequible. Su resolución objetivo es de 1440p (2560 x 1440 píxeles), y puede reproducir contenido multimedia en formato 4K (3840 x 2160 píxeles) mediante reescalado. Sin embargo, la consola también es capaz de alcanzar los 4K nativos en un puñado de juegos que lo soportan, como Ori and the Will of the Wisps o Hades. En estos casos, los juegos se ven aún más impresionantes y realistas en una pantalla 4K. También puede alcanzar hasta 120 fotogramas por segundo (FPS) en algunos juegos, lo que supone una mejora respecto a las consolas anteriores, que se quedaban en los 60 FPS como máximo.

La consola también soporta algunas tecnologías avanzadas como el ray tracing (RTX), que permite simular el comportamiento realista de la luz y las sombras; el variable rate shading (VRS), que optimiza el uso de los recursos gráficos según las zonas de la pantalla; el variable refresh rate (VRR), que adapta la frecuencia de actualización del monitor al ritmo del juego; y el ultra-low latency (ULL), que reduce el tiempo de respuesta entre el mando y lo que se ve en pantalla.

En cuanto a las conexiones físicas, la Xbox Series S tiene un puerto HDMI 2.1, que permite conectar la consola a un televisor o monitor compatible; un puerto Ethernet, que permite conectar la consola a Internet mediante cable; dos puertos USB-A 3.1, que permiten conectar dispositivos externos como mandos, discos duros o auriculares; un puerto de expansión de almacenamiento, que permite conectar una tarjeta SSD NVMe de 1 TB diseñada por Seagate específicamente para las consolas Xbox Series; y un puerto de alimentación. La consola también tiene conexión inalámbrica Wi-Fi 5 y Bluetooth 4.2.

La Xbox Series S no tiene lector de discos ópticos, por lo que solo puede reproducir juegos digitales descargados desde la tienda online de Microsoft o desde el servicio de suscripción Xbox Game Pass. Esto implica que los usuarios no podrán usar sus juegos físicos de Xbox One o anteriores en esta consola.

Ventajas e inconvenientes de la Xbox Series S

La principal ventaja de la Xbox Series S es su precio: solo cuesta 299 euros frente a los 499 euros de la Xbox Series X y los 399 euros (versión digital) o 499 euros (versión con lector) de la PlayStation 5. Esto hace que sea una opción muy atractiva para los usuarios que quieran acceder a la nueva generación sin gastar demasiado dinero.

Otra ventaja es su tamaño: al ser tan pequeña y ligera, se puede colocar fácilmente en cualquier espacio y transportar sin problemas. Además, su diseño es discreto y elegante, lo que puede gustar a muchos usuarios.

La Xbox Series S también ofrece algunas características interesantes como el ray tracing, el VRS, el VRR y el ULL, que mejoran la calidad gráfica y la experiencia de juego. También cuenta con el SSD NVMe personalizado de Microsoft, que reduce los tiempos de carga y permite cambiar rápidamente entre varios juegos gracias a la función Quick Resume.

Por otro lado, la Xbox Series S tiene algunos inconvenientes importantes que pueden hacerla menos atractiva para algunos usuarios. El más evidente es su potencia gráfica: al tener solo cuatro teraflops, la consola no podrá ofrecer los mismos niveles de detalle, resolución y rendimiento que las otras consolas de nueva generación. Esto significa que algunos juegos se verán peor o tendrán menos opciones de configuración en la Xbox Series S que en las otras plataformas.

Otro inconveniente es su capacidad de almacenamiento: al tener solo 512 GB (364 GB reales), la consola se quedará corta muy pronto, ya que los juegos de nueva generación ocupan cada vez más espacio. Por ejemplo, el Call of Duty: Black Ops Cold War ocupa unos 136 GB. Esto obligará a los usuarios a borrar juegos con frecuencia o a comprar una tarjeta de expansión de Seagate, que cuesta unos 220 euros, lo que encarece el precio final de la consola.

Además, la falta de lector de discos ópticos impide usar juegos físicos, lo que puede ser un problema para los usuarios que tengan una colección previa o que prefieran comprarlos en formato físico por motivos económicos o sentimentales. También impide reproducir películas en Blu-ray o DVD.

¿Para quién es la Xbox Series S?

La Xbox Series S es una consola pensada para un público específico: aquellos usuarios que quieran disfrutar de la nueva generación sin importarles demasiado la calidad gráfica o el formato físico; aquellos usuarios que tengan un presupuesto limitado o que quieran una segunda consola complementaria; y aquellos usuarios que tengan un televisor o monitor con resolución inferior al 4K y no quieran cambiarlo por ahora.

Para estos usuarios, la Xbox Series S puede ser una buena opción, ya que ofrece algunas ventajas como el precio, el tamaño, el SSD NVMe personalizado y algunas tecnologías avanzadas. Además, podrán acceder al catálogo exclusivo de Microsoft (Halo Infinite, Forza Horizon 5, Gears 5, etc.) y al servicio de Xbox Game Pass, que ofrece más de 400 juegos por una cuota mensual.

Sin embargo, para otros usuarios, la Xbox Series S puede ser una consola insuficiente o poco atractiva, ya que tiene algunas desventajas como la potencia gráfica, la capacidad de almacenamiento y la falta de lector de discos ópticos. Estos usuarios quizás prefieran optar por la Xbox Series X o por la PlayStation 5, que ofrecen una experiencia más completa y avanzada.

En conclusión, la Xbox Series S es una consola que tiene sus pros y sus contras, y que depende mucho de las preferencias y expectativas de cada usuario. Es importante informarse bien antes de comprarla y compararla con las otras opciones disponibles en el mercado.

¿Qué tal se desempeñan los juegos en la Xbox Series S?

La Xbox Series S tiene una potencia gráfica 3 veces mayor que la Xbox One y está diseñada para jugar a 1440p a 60 FPS, con soporte para hasta 120 FPS. Además, la consola soporta características como el trazado de rayos y el sombreado de tasa variable.

Sin embargo, no todos los juegos aprovechan al máximo las capacidades de la Xbox Series S. Algunos juegos solo alcanzan los 1080p y sin los altos fotogramas por segundo de la Xbox Series X. Algunos ejemplos de juegos que funcionan bien en la Xbox Series S son DOOM Eternal, Forza Horizon 5 y Halo Infinite.

DOOM Eternal

DOOM Eternal tiene dos modos: rendimiento y equilibrado. En el modo rendimiento, el juego funciona a una resolución de 1080p y una velocidad de fotogramas de 120 FPS. En el modo equilibrado, el juego funciona a una resolución de 1440p y una velocidad de fotogramas de 60 FPS.

El juego no tiene modo de trazado de rayos en la Xbox Series S, solo en la Xbox Series X y la PS5. El juego está optimizado para la nueva generación de consolas y soporta características como HDR10 y audio espacial.

Elden Ring

Elden Ring ofrece dos modos de calidad gráfica en la Xbox Series S: calidad y rendimiento. En el modo calidad, el juego funciona a una resolución de 2.560 x 1.440 píxeles y una velocidad de fotogramas de unos 30 fps. En el modo rendimiento, la resolución varía entre 1.792 x 1.008 píxeles y 2.560 x 1.440 píxeles, pero la velocidad de fotogramas se eleva a unos 60 fps.

Cyberpunk 2077

El rendimiento del juego Cyberpunk 2077 en la Xbox Series S ha mejorado considerablemente tras los últimos parches next gen. El juego cuenta con dos modos de rendimiento: calidad y rendimiento. El modo calidad ofrece una resolución dinámica que puede llegar hasta los 1440p y una velocidad de fotogramas bloqueada a 30 fps. El modo rendimiento ofrece una resolución dinámica que puede llegar hasta los 1080p y una velocidad de fotogramas bloqueada a 60 fps. Ambos modos cuentan con mejoras gráficas como iluminación global, oclusión ambiental, sombras más detalladas y tiempos de carga más rápidos. Sin embargo, el juego sigue teniendo algunos fallos técnicos y visuales que pueden afectar a la experiencia de juego.

Call of Duty: Modern Warfare II (2022)

El rendimiento del juego Call of Duty: Modern Warfare II (2022) en la Xbox Series S es muy bueno. El juego ofrece dos modos de rendimiento: calidad y velocidad de fotogramas. El modo de calidad tiene una resolución fija de 1440p y una velocidad de fotogramas bloqueada a 60 fps. El modo de velocidad de fotogramas tiene una resolución fija de 1080p y una velocidad de fotogramas bloqueada a 120 fps. Ambos modos cuentan con gráficos impresionantes y tiempos de carga rápidos gracias al SSD.

Forza Horizon 5

El rendimiento del juego Forza Horizon 5 en la Xbox Series S es excelente. El juego ofrece dos modos gráficos: calidad y rendimiento. El modo de calidad tiene una resolución fija de 1440p y una velocidad de fotogramas bloqueada a 30 fps. Por su parte, el modo de rendimiento tiene una resolución fija de 1080p y una velocidad de fotogramas bloqueada a 60 fps. Ambos modos cuentan con gráficos impresionantes y tiempos de carga rápidos.

Deathloop

Deathloop ofrece dos modos visuales en Series S: calidad y rendimiento, ambos funcionan a 1080p dinámicos a 60 fps. El modo calidad tiene una leve caída de 1 fps en algunas escenas. El modo rendimiento tiene una resolución más estable y un mejor uso del FSR (FidelityFX Super Resolution). El juego no tiene modo de trazado de rayos en Series S.

A Plague Tale: Requiem

El juego A Plague Tale: Requiem funciona en Xbox Series S a 1080p y a 30 FPS, pero tiene recortes en calidad gráfica que afectan a sombras, texturas, distancia de renderizado, vegetación y reflejos. En comparación con Xbox Series X, el juego tiene una resolución más baja (en Series X y PS5 alcanza los1440p), además de una menor calidad en filtrado anisotrópico, sombras, oclusión ambiental y vegetación.

Halo Infinite

Halo Infinite tiene dos modos en la Xbox Series S: calidad y rendimiento. El modo de calidad ofrece una resolución fija de 1080p y una tasa de frames de 30 FPS. El modo de rendimiento ofrece una resolución dinámica de 1080p y una tasa de frames de 60 FPS.

The Witcher 3: Wild Hunt – Complete Edition

El juego The Witcher 3: Wild Hunt – Complete Edition tiene un rendimiento mejorado en la Xbox Series S con numerosos efectos visuales y mejoras técnicas, incluidos un nivel de detalle perfeccionado, tiempos de carga más rápidos y una gran variedad de mods creados y recién desarrollados por la comunidad.

En la Xbox Series S puedes elegir entre dos modos: rendimiento a 60 fps y 1080p o fidelidad a 30 fps y 1440p (aunque, en este caso, sin ray tracing).

Atomic Heart

Atomic Heart tiene un rendimiento decente en la Xbox Series S con algunos problemas en algunas áreas exteriores. El objetivo de los desarrolladores es alcanzar una resolución de Full HD (1080p) y una tasa de frames de 60 FPS en la Xbox Series S. El juego corre con el motor Unreal Engine 4 y está claramente inspirado por BioShock.

¿Está la Xbox Series S «lastrando» a la actual generación de consolas?

La Xbox Series S es la opción económica de Microsoft para los juegos de nueva generación, con un precio más bajo y un tamaño menor que su hermana mayor, la Xbox Series X. Pero algunos jugadores y desarrolladores han expresado su preocupación por que la Series S pueda frenar el potencial de los juegos de nueva generación, debido a sus especificaciones y rendimiento inferiores.

La principal diferencia entre la Series X y la Series S es su resolución objetivo: mientras que la Series X aspira a juegos 4K a 60 fotogramas por segundo (fps), con soporte para hasta 120 fps, la Series S apunta a 1440p a 60 fps, con soporte para hasta 120 fps. La Series S también tiene menos RAM (10 GB frente a 16 GB), menos almacenamiento (512 GB frente a 1 TB) y una GPU más débil (4 teraflops frente a 12 teraflops) que la Series X.

Sin embargo, Microsoft ha asegurado que la Series S no limitará el desarrollo de juegos ni comprometerá su calidad. La compañía afirma que la Series S utiliza la misma arquitectura de CPU que la Series X, y que puede reducir los gráficos sin afectar a las características de juego. Microsoft también afirma que los desarrolladores pueden optimizar sus juegos para ambas consolas utilizando herramientas como DirectX 12 Ultimate y Variable Rate Shading.

Algunos desarrolladores también han elogiado la Serie S por su asequibilidad y accesibilidad, ya que ayudará a más gente a disfrutar de los juegos de nueva generación sin necesidad de gastar demasiado. Argumentan que el desarrollo de juegos siempre ha consistido en equilibrar el rendimiento y la calidad en diferentes plataformas y dispositivos, y que tener una consola de gama baja no significa sacrificar la innovación o la creatividad.

En conclusión, la Xbox Series S no parece suponer un lastre para la actual generación de consolas, sino que la amplía a un público más amplio. La Series S ofrece una gran relación calidad-precio y una experiencia de juego fluida, sin renunciar a las funciones y tecnologías de la próxima generación. Puede que la Series S no sea tan potente como la Series X o la PlayStation 5, pero sigue siendo una consola capaz y atractiva para muchos jugadores.

Preguntas frecuentes

P: ¿Qué es la Xbox Series S? 

R: La Xbox Series S es una consola de videojuegos de nueva generación lanzada por Microsoft en noviembre de 2020. Es la versión más barata y menos potente de la Xbox Series X.

P: ¿Qué características tiene la Xbox Series S? 

R: La Xbox Series S tiene un procesador AMD Zen 2 de ocho núcleos a 3,6 GHz, una GPU AMD RDNA 2 con cuatro teraflops de potencia gráfica, 10 GB de memoria RAM GDDR6 y un SSD NVMe personalizado de 512 GB. También tiene algunas tecnologías avanzadas como el ray tracing, el VRS, el VRR y el ULL.

P: ¿Qué puertos tiene la Xbox Series S? 

R: La Xbox Series S tiene un puerto HDMI 2.1, que permite conectar la consola a un televisor o monitor compatible; un puerto Ethernet, que permite conectar la consola a Internet mediante cable; dos puertos USB-A 3.1, que permiten conectar dispositivos externos como mandos, discos duros o auriculares; un puerto de expansión de almacenamiento, que permite conectar una tarjeta SSD NVMe de 1 TB diseñada por Seagate específicamente para las consolas Xbox Series; y un puerto de alimentación.

P: ¿Qué resolución y rendimiento ofrece la Xbox Series S? 

R: La Xbox Series S está diseñada para ofrecer una resolución objetivo de 1440p (2K) y una tasa máxima de refresco de 120 Hz. Sin embargo, estos valores pueden variar según el juego y las opciones de configuración. Algunos juegos pueden ofrecer una resolución menor (1080p o incluso menos) o una tasa menor (60 Hz o incluso menos) para mantener un rendimiento estable.

P: ¿Qué juegos puedo jugar en la Xbox Series S? 

R: Puedes jugar a todos los juegos digitales disponibles para las consolas Xbox Series X/S en la tienda online de Microsoft o en el servicio de suscripción Xbox Game Pass. También puedes jugar a algunos juegos retrocompatibles

P: ¿Qué tarjeta gráfica se acerca más, en términos de rendimiento, a la GPU de la Xbox Series S?

R: La GPU de Xbox Series S tiene 4 teraflops y 10 GB de memoria GDDR6. Algunas tarjetas gráficas que tienen un rendimiento similar son:

• ASUS TUF Gaming GTX 1650 Super con 4.4 teraflops y 4 GB de memoria GDDR6
• MSI Radeon RX 5500 XT GAMING X con 5.2 teraflops y 8 GB de memoria GDDR6
• ASUS ROG STRIX RX 580 con 6.2 teraflops y 8 GB de memoria GDDR5
• XFX Speedster QICK210 Radeon RX 6500 XT con 5.8 teraflops y 8 GB de memoria GDDR6
• MSI GeForce GTX 1660 Gaming X con 5 teraflops y 6 GB de memoria GDDR5

Estas son algunas opciones que puedes considerar si quieres una tarjeta gráfica equivalente a la GPU de Xbox Series S.