Descubre los 36 mejores juegos de Xbox One con gráficos impresionantes que exprimen al máximo la consola. Desde el realismo de Red Dead Redemption 2 hasta la vibrante recreación de México en Forza Horizon 5, explora títulos que brillan en Xbox One S y X con HDR, 4K y un arte visual inolvidable.
¿Tienes una Xbox One S o X y quieres saber qué juegos realmente hacen brillar tu pantalla con gráficos espectaculares? Lanzada en 2013, la Xbox One marcó el inicio de la visión de Microsoft para una consola versátil, pensada tanto para jugar como para el entretenimiento multimedia. Aunque recibió críticas por sus resoluciones más bajas frente a la competencia —con muchos títulos exigentes rondando los 900p—, su catálogo demostró que el hardware podía dar mucho más de sí, ofreciendo experiencias que aún hoy siguen sorprendiendo.
En 2016 llegó la Xbox One S, una revisión más estilizada que introdujo soporte para HDR. Este añadido transformó la forma en que se percibían los colores y contrastes en juegos como Forza Horizon 4 o Gears 5, que de repente se llenaron de matices vibrantes incluso en pantallas 1080p. La One S demostró que no hacía falta tener especificaciones de vanguardia para disfrutar de mundos visualmente impactantes, consolidándose como la opción ideal para quienes buscaban calidad gráfica a buen precio.
Un año después, en 2017, Microsoft subió la apuesta con la Xbox One X, la consola más potente de su generación. Diseñada para el 4K, permitió que títulos como Red Dead Redemption 2 o Shadow of the Tomb Raider alcanzaran resoluciones nativas con texturas más nítidas y efectos mejorados. Juegos optimizados para la X, como Halo Infinite o Metro Exodus, mostraron de lo que era capaz el hardware con HDR y mayor fidelidad, convirtiendo cada partida en un espectáculo visual.
Esta lista de 36 juegos celebra a los títulos que mejor exprimen tanto la Xbox One S como la X, desde épicas aventuras de mundo abierto hasta shooters frenéticos. Ya sea que busques paisajes fotorrealistas o propuestas artísticas únicas, aquí encontrarás los juegos que convirtieron a la Xbox One en una auténtica potencia gráfica.
Los juegos de Xbox One con mejores gráficos:
Gears of War 4 — tormentas, legado y músculo gráfico

Género: Shooter en tercera persona
Desarrollador: The Coalition
Motor gráfico: Unreal Engine 4
Con Gears of War 4, The Coalition debutó en la saga tomando el relevo de Epic Games y lo hizo con un golpe sobre la mesa. La historia nos sitúa 25 años después de la trilogía original, con JD Fenix —hijo del legendario Marcus— enfrentándose a un nuevo enemigo: el Enjambre. La campaña mezcla acción brutal con un trasfondo familiar y emocional, mientras que el multijugador mantiene la esencia de la franquicia con combates intensos y el regreso del mítico modo Horda.
En lo técnico, el juego exprimió la Xbox One desde el primer momento. En Xbox One S, la campaña se mueve a 30 fps con resolución dinámica cercana a 1080p, mientras que el multijugador alcanza los 60 fps. En Xbox One X, la experiencia sube de nivel con 4K nativos y HDR, ofreciendo texturas más nítidas y efectos de iluminación espectaculares, sobre todo en las tormentas de viento que afectan tanto a la jugabilidad como a la puesta en escena.
El uso de iluminación global y sombreado físico en Unreal Engine 4 dio lugar a escenarios que rozan el fotorrealismo: ciudades derruidas, cuevas húmedas y cielos tormentosos que parecen sacados de una superproducción de Hollywood. Digital Foundry lo describió como uno de los títulos más impresionantes de la generación, y no es difícil entender por qué.
Gears 5 — la ambición hecha videojuego

Género: Shooter en tercera persona
Desarrollador: The Coalition
Motor gráfico: Unreal Engine 4
Si Gears of War 4 fue la carta de presentación de The Coalition, Gears 5 fue su consagración. La campaña pone a Kait Díaz en el centro de la trama, explorando sus orígenes y su conexión con los Locust. La fórmula clásica de coberturas se expande con secciones semiabiertas que permiten explorar en un deslizador por desiertos rojos o tundras heladas, aportando variedad y escala inédita en la saga.
En Xbox One S, el juego mantiene un rendimiento sólido a 30 fps en campaña y 60 fps en multijugador, con resolución dinámica cercana a 1080p. En Xbox One X, brilla con 4K nativos y 60 fps en campaña y multijugador, HDR vibrante y un nivel de detalle que lo convirtió en referencia técnica de la consola.
Los escenarios son vastos y detallados, con un uso magistral de niebla volumétrica, sombras dinámicas y texturas de alta resolución. Digital Foundry lo calificó como uno de los juegos más espectaculares de la generación, y la comunidad destacó la fuerza visual de sus contrastes: desiertos abrasadores, cuevas iluminadas por bioluminiscencia y ciudades en ruinas que parecen vivas.
Un título que no solo expandió la narrativa, sino que también llevó el apartado gráfico de Xbox One a un nuevo estándar.
Forza Horizon 4 — Gran Bretaña como postal interactiva

Género: Mundo abierto / Carreras
Desarrollador: Playground Games
Motor gráfico: ForzaTech
Forza Horizon 4 trasladó el festival automovilístico a una recreación de Gran Bretaña que parece salida de un catálogo turístico. Desde castillos medievales hasta carreteras rurales, cada rincón está diseñado para invitar a la exploración. La gran innovación fue el sistema de estaciones dinámicas, que transforma el mapa por completo: carreteras heladas en invierno, hojas doradas en otoño, lluvias primaverales y veranos radiantes.
En el apartado técnico, Playground Games logró un equilibrio notable. En Xbox One S, el juego se mantiene en 1080p y 30 fps con HDR, ofreciendo una experiencia estable y vistosa. En Xbox One X, el jugador puede optar entre 4K nativos a 30 fps o 1080p a 60 fps, dos configuraciones que destacan por su nitidez y fluidez, hasta el punto de rivalizar con la versión de PC en calidad alta.
El resultado es un espectáculo visual que combina realismo técnico con un toque artístico. Los reflejos en los charcos, la nieve acumulada en los caminos y la vegetación cambiante hacen que cada carrera se sienta distinta. Playground Games convirtió cada trayecto en una postal en movimiento, consolidando a Forza Horizon 4 como uno de los referentes gráficos de la generación.
Quantum Break — cuando el tiempo se rompe

Género: Acción / Aventura
Desarrollador: Remedy Entertainment
Motor gráfico: Northlight Engine
Remedy apostó fuerte con Quantum Break: un híbrido entre videojuego y serie de televisión que sorprendió tanto por su narrativa como por su apartado técnico. La historia de Jack Joyce, atrapado en un mundo donde el tiempo se fractura, se cuenta a través de tiroteos con poderes temporales y episodios live-action que reaccionan a las decisiones del jugador.
En Xbox One S, el juego utiliza técnicas de reconstrucción para alcanzar 1080p desde una base de 900p, con 30 fps estables. En Xbox One X, sube a 1440p reescalados a 4K, con texturas mejoradas y efectos temporales más definidos.
Lo que realmente deslumbra son sus efectos de distorsión temporal: enemigos congelados en medio de explosiones, balas suspendidas en el aire y escenarios que colapsan en cámara lenta. Digital Foundry destacó la complejidad de sus partículas y la iluminación global en tiempo real, que daban al juego un acabado cinematográfico.
Un experimento narrativo y técnico que, pese a dividir opiniones, sigue siendo uno de los títulos más singulares y visualmente impactantes de Xbox One.
Ryse: Son of Rome — Roma como superproducción

Género: Acción / Hack & Slash
Desarrollador: Crytek
Motor gráfico: CryEngine
Lanzado junto a la Xbox One en 2013, Ryse: Son of Rome fue concebido como escaparate gráfico de nueva generación. La historia de Marius Titus, un soldado romano en busca de venganza, se desarrolla entre batallas sangrientas y escenarios que recrean la Roma imperial con un nivel de detalle sorprendente para un título de lanzamiento.
A nivel gráfico, fue un escaparate desde el primer día. En Xbox One S se ejecuta a 900p y 30 fps, con un acabado sólido para un título de lanzamiento. Pero es en Xbox One X donde muestra todo su músculo: 4K nativos que realzan cada detalle de las armaduras, los rostros y la arquitectura romana, logrando un aspecto que, incluso hoy, continúa impresionando por su fidelidad visual.
Crytek sacó músculo con su motor CryEngine: multitudes animadas en coliseos, bosques densos y efectos de iluminación que daban vida a cada escena. Aunque su jugabilidad fue criticada por repetitiva, nadie dudó de que era un referente visual.
Las ejecuciones en cámara lenta, con sangre y acero brillando bajo la luz, siguen siendo uno de los ejemplos más claros de cómo un videojuego puede rozar la estética de una superproducción cinematográfica.
Halo 5: Guardians — velocidad a 60 fps en el espacio

Género: Shooter en primera persona
Desarrollador: 343 Industries
Motor gráfico: Halo Engine (custom)
Halo 5: Guardians dividió opiniones en lo narrativo, pero en lo técnico fue un hito. La campaña alterna entre el Jefe Maestro y el Spartan Locke, en una historia de lealtades y traiciones que se desarrolla en mundos alienígenas bañados por estructuras Forerunner y paisajes vibrantes.
El gran logro fue mantener 60 fps constantes en campaña y multijugador, algo poco común en Xbox One S. Para lograrlo, 343 Industries implementó un sistema de resolución dinámica que oscila entre 720p y 1080p, sacrificando nitidez en algunos momentos pero asegurando fluidez. En Xbox One X, el parche mejoró la experiencia con resolución dinámica cercana a 4K, revelando detalles antes borrosos, como inscripciones en armas o texturas de armaduras.
La dirección artística refuerza la épica: estructuras luminosas, planetas exuberantes y combates que, gracias a la animación fluida, se sienten casi cinematográficos. El modo multijugador Warzone, con batallas masivas y enemigos controlados por IA, añadió un caos visual que exprimió la consola al máximo.
Forza Motorsport 7 — precisión y reflejos perfectos

Género: Simulación / Carreras
Desarrollador: Turn 10 Studios
Motor gráfico: ForzaTech
Con más de 700 coches y circuitos icónicos, Forza Motorsport 7 fue concebido como escaparate tecnológico de Xbox One. Cada carrera combina física realista con un acabado visual que roza el fotorrealismo: reflejos en la carrocería, humo de neumáticos iluminado por focos y cielos que cambian en tiempo real.
En Xbox One S, el juego corre a 1080p y 60 fps con HDR, pero es en Xbox One X donde alcanza su cénit: 4K nativos a 60 fps, con un nivel de detalle que convierte cada carrera en un anuncio de coches de lujo. Digital Foundry lo calificó como uno de los simuladores visuales más impresionantes de la generación.
El clima dinámico es clave: charcos que alteran la adherencia, calor que distorsiona el aire y tormentas que transforman la pista en un espectáculo técnico y artístico.
Batman: Arkham Knight — Gotham bajo la lluvia

Género: Acción / Aventura
Desarrollador: Rocksteady Studios
Motor gráfico: Unreal Engine 3 (modificado)
Batman: Arkham Knight cerró la trilogía de Rocksteady con una Gotham que parecía respirar. Calles mojadas, neones reflejados en charcos y humo que se arremolina en los callejones crearon una atmósfera noir que sigue siendo referencia.
En lo técnico, Rocksteady apostó por la estabilidad. En Xbox One S, el juego se ejecuta a 900p reescalados a 1080p y 30 fps, mientras que en Xbox One X se beneficia de un mejor filtrado de texturas, aunque sin parche 4K. Aun así, la densidad de la ciudad, la lluvia constante y la calidad de las animaciones lo convierten en un logro técnico que sigue destacando.
El Batmóvil, con su diseño futurista y entornos destructibles, añadió un espectáculo visual extra. Y las secuencias de alucinaciones inducidas por el miedo, con distorsiones y transiciones surrealistas, siguen siendo de lo más memorable de la saga.
Red Dead Redemption 2 — el Oeste en 4K

Género: Mundo abierto / Acción
Desarrollador: Rockstar Games
Motor gráfico: RAGE
Red Dead Redemption 2 es probablemente el mayor logro técnico de Xbox One. La historia de Arthur Morgan se desarrolla en un mundo abierto que parece vivo: animales que cazan entre sí, NPCs con rutinas diarias y paisajes que cambian con la hora del día y el clima.
Donde realmente sorprende es en la resolución y el detalle. En Xbox One S, el juego corre a 864p y 30 fps, con cierta pérdida de nitidez. En Xbox One X, alcanza los 4K nativos con HDR, ofreciendo paisajes que parecen fotografías: montañas nevadas, atardeceres rojizos y praderas infinitas que transmiten la grandeza del Oeste.
La atención al detalle es obsesiva: barro que se adhiere a la ropa, huellas en la nieve, caballos que reaccionan al entorno. Digital Foundry lo calificó como una “obra maestra a nivel técnico”, y no es exageración: pocas veces un mundo virtual se ha sentido tan real.
Grand Theft Auto V — Los Santos, siempre viva

Género: Mundo abierto / Acción
Desarrollador: Rockstar Games
Motor gráfico: RAGE
Aunque nació en la generación anterior, Grand Theft Auto V sigue siendo un referente gráfico en Xbox One. La ciudad de Los Santos combina playas soleadas, barrios marginales y rascacielos iluminados, todo con un nivel de detalle que aún sorprende.
En Xbox One S, corre a 1080p y 30 fps, mientras que en Xbox One X utiliza técnicas de checkerboard 4K (~1800p) con mejoras en texturas y distancia de dibujado. El resultado es una ciudad vibrante y creíble, con tráfico, peatones y efectos de luz que dan la sensación de un mundo en constante movimiento.
El modo en primera persona, añadido en esta versión, ofrece una nueva perspectiva que resalta aún más el trabajo visual. Y gracias a las actualizaciones constantes de GTA Online, Los Santos sigue evolucionando, manteniendo su frescura más de una década después.
Forza Horizon 5 — México como parque de velocidad

Género: Mundo abierto / Carreras
Desarrollador: Playground Games
Motor gráfico: ForzaTech
Forza Horizon 5 llevó el festival automovilístico a un México vibrante y diverso, con desiertos, selvas, volcanes y pueblos coloridos que parecen sacados de una postal. La recreación del entorno no solo es amplia, sino también detallada: ruinas mayas, playas bañadas por el sol y ciudades coloniales que se convierten en circuitos improvisados.
A nivel gráfico, la ambición es evidente. En Xbox One S, se mantiene en 1080p y 30 fps con HDR, ofreciendo un rendimiento sorprendentemente sólido para un mapa tan vasto. En Xbox One X, el jugador puede elegir entre 4K nativos a 30 fps o 1080p a 60 fps, dos modos que permiten disfrutar de un nivel de detalle que roza el fotorrealismo.
El sistema de clima dinámico añade espectáculo y desafío: tormentas de arena que reducen la visibilidad, lluvias tropicales que transforman la conducción y cielos que cambian con una naturalidad impresionante. Digital Foundry lo calificó como un “tour de force visual”, y no es exageración: cada trayecto es una experiencia distinta.
El EventLab, que permite a los jugadores crear sus propias pruebas y circuitos, añade un componente creativo que convierte a Forza Horizon 5 en algo más que un juego de carreras: es un lienzo interactivo para la cultura automovilística.
Final Fantasy XV — un viaje de amistad y paisajes de ensueño

Género: RPG de acción
Desarrollador: Square Enix
Motor gráfico: Luminous Engine
Final Fantasy XV reinventó la saga con un tono más cercano y contemporáneo: un príncipe y sus amigos recorriendo un mundo que mezcla magia y tecnología, entre combates espectaculares y conversaciones cotidianas. Esa dualidad se refleja también en lo visual: desiertos infinitos, ciudades futuristas y criaturas colosales conviven en un mismo universo.
En Xbox One S, el juego corre a 900p reescalados a 1080p y 30 fps, con soporte HDR. En Xbox One X, alcanza los 1800p reescalados a 4K, con texturas más nítidas y efectos de iluminación mejorados. El resultado son paisajes que brillan con una fuerza especial: lagos iluminados por la luna, acantilados bañados por el sol y mazmorras que parecen sacadas de un anime oscuro.
El ciclo día-noche y la climatología dinámica refuerzan la inmersión, mientras que las invocaciones —auténticos dioses que llenan la pantalla— son uno de los mayores espectáculos visuales de la generación.
Devil May Cry 5 — acción estilizada a toda velocidad

Género: Acción / Hack & Slash
Desarrollador: Capcom
Motor gráfico: RE Engine
Con Devil May Cry 5, Capcom llevó su RE Engine al terreno de la acción estilizada. Nero, Dante y V protagonizan una coreografía de destrucción que combina 60 fps estables con un acabado visual que roza el fotorrealismo.
En Xbox One S, el juego mantiene resolución dinámica cercana a 1080p y 60 fps, mientras que en Xbox One X alcanza hasta 1800p con técnicas de checkerboard 4K. El resultado son combates fluidos y espectaculares, con partículas, reflejos y animaciones que llenan la pantalla sin comprometer el rendimiento.
La dirección artística mezcla gótico, punk y neón, con escenarios que parecen videoclips de metal en movimiento. Cada personaje aporta su propio estilo visual: las invocaciones de V, con un acabado casi de tinta animada, contrastan con los destellos metálicos de Dante.
Un título que no solo es un referente técnico, sino también una exhibición de estilo visual y narrativo.
Metal Gear Solid V: The Phantom Pain — sigilo en mundos abiertos

Género: Sigilo / Acción
Desarrollador: Kojima Productions
Motor gráfico: Fox Engine
The Phantom Pain llevó la saga Metal Gear a un mundo abierto con un nivel de detalle sorprendente. Afganistán y África se convierten en escenarios vivos, con bases militares, aldeas y paisajes naturales que se transforman según la hora del día y el clima.
Técnicamente, el Fox Engine se luce con su limpieza visual. En Xbox One S, el juego corre a 900p reescalados a 1080p y 60 fps, ofreciendo fluidez incluso en escenarios abiertos. En Xbox One X, se mantiene en 1080p con mejoras en filtrado de texturas. Aunque nunca recibió un parche 4K, su rendimiento estable lo convierte en uno de los títulos más sólidos de la generación.
Las tormentas de arena, la iluminación dinámica y los ciclos de día y noche no solo son un espectáculo visual, sino que afectan directamente a la jugabilidad. Esa fusión entre lo técnico y lo narrativo es marca de la casa de Hideo Kojima.
Rise of the Tomb Raider — Siberia en alta definición

Género: Acción / Aventura
Desarrollador: Crystal Dynamics
Motor gráfico: Foundation Engine
En Rise of the Tomb Raider, Lara Croft se adentra en Siberia en busca de un artefacto mítico, enfrentándose a mercenarios y a la propia naturaleza. El juego combina exploración, puzles y combates con un apartado visual que convirtió la nieve, el hielo y las montañas en protagonistas.
En lo técnico, Crystal Dynamics ofreció varias configuraciones. En Xbox One S, se ejecuta a 900p reescalados a 1080p y 30 fps, mientras que en Xbox One X incluye tres modos: 4K nativos a 30 fps, 1080p a 60 fps o un modo de “gráficos enriquecidos” con mejoras en iluminación y efectos. Esta versatilidad permitió a cada jugador priorizar entre fidelidad visual o fluidez.
Digital Foundry destacó sus efectos de nieve y la riqueza de sus entornos, que en HDR alcanzan un nivel casi cinematográfico. Las tumbas opcionales, con iluminación atmosférica y detalles arqueológicos, son un ejemplo de cómo el juego combina realismo técnico con dirección artística.
The Witcher 3: Wild Hunt — un mundo vivo y desbordante

Género: RPG de acción
Desarrollador: CD Projekt Red
Motor gráfico: REDengine 3
The Witcher 3: Wild Hunt convirtió a Geralt de Rivia en un icono moderno de los mundos abiertos. Su viaje en busca de Ciri se desarrolla en un continente devastado por la guerra, pero lleno de vida: aldeas con rutinas propias, pantanos cubiertos de niebla y ciudades que parecen sacadas de una novela histórica.
A nivel gráfico, el salto entre consolas es evidente. En Xbox One S, el juego corre a 900p reescalados a 1080p y 30 fps, con un acabado sólido aunque con algo de aliasing. En Xbox One X, la experiencia se eleva con resolución dinámica cercana a 4K y HDR, que realza atardeceres, tormentas y la densidad de la vegetación, logrando un mundo más vivo y envolvente.
Digital Foundry lo describió como “impresionante” por su escala y densidad, y la comunidad lo recuerda por su arte casi pictórico: cielos teñidos de rojo, mares embravecidos y criaturas fantásticas que parecen cobrar vida.
Assassin’s Creed Odyssey — Grecia como espectáculo visual

Género: RPG de acción
Desarrollador: Ubisoft Quebec
Motor gráfico: AnvilNext 2.0
Assassin’s Creed Odyssey llevó la saga a la Grecia clásica con un mapa colosal que abarca islas, mares y ciudades bañadas por el sol. La elección entre Kassandra o Alexios añade un matiz narrativo, pero lo que realmente deslumbra es la recreación de templos dorados, mares cristalinos y campos de olivos que parecen infinitos.
En Xbox One S, el juego se mueve a 900p reescalados a 1080p y 30 fps, mientras que en Xbox One X alcanza resoluciones dinámicas cercanas a 4K con HDR, lo que potencia la paleta mediterránea.
El combate naval, con olas dinámicas y barcos en llamas, es uno de sus grandes espectáculos visuales. Y las batallas contra criaturas mitológicas, como la Medusa o el Minotauro, refuerzan la mezcla entre historia y fantasía que define su identidad.
Control — arquitectura imposible y caos visual

Género: Acción / Aventura
Desarrollador: Remedy Entertainment
Motor gráfico: Northlight Engine
Control es un viaje surrealista por la “Casa Inmemorial”, un edificio brutalista que se transforma ante tus ojos. Jesse Faden explora pasillos que se doblan, oficinas que colapsan y salas que parecen salidas de un sueño febril.
En el apartado de rendimiento, se notan las diferencias. En Xbox One S, el juego corre a 900p reescalados a 1080p y 30 fps, con caídas puntuales en combates intensos. En Xbox One X, se mantiene en 1080p, pero con mejoras en texturas y filtrado que aportan mayor claridad, aunque sin parche 4K.
Lo que lo hace brillar es su destrucción dinámica: escombros flotando, papeles volando y partículas que llenan la pantalla cuando usas telequinesis. La estética, inspirada en David Lynch, convierte cada enfrentamiento en un espectáculo extraño y fascinante.
Metro Exodus — la belleza de un mundo roto

Género: Shooter en primera persona
Desarrollador: 4A Games
Motor gráfico: 4A Engine
Metro Exodus expandió la saga más allá de los túneles de Moscú, llevando a Artyom a recorrer desiertos, bosques y páramos nevados en busca de un futuro. Cada escenario está diseñado con un nivel de detalle que transmite tanto desesperanza como belleza.
En lo técnico, el motor de 4A Games saca músculo: en Xbox One S el juego se mueve con resolución dinámica cercana a 1080p y 30 fps, ofreciendo una atmósfera inmersiva aunque con ligeras caídas en escenas exigentes. En Xbox One X, alcanza los 4K nativos con HDR, lo que potencia la iluminación volumétrica y la ambientación opresiva que define su mundo postapocalíptico.
La iluminación volumétrica y los efectos climáticos —tormentas de arena, ventiscas, cielos cubiertos— son de lo mejor de la generación. Digital Foundry lo destacó como referente en ambientación, y la comunidad lo recuerda por su capacidad de hacer sentir cada entorno hostil y vivo al mismo tiempo.
Ori and the Will of the Wisps — poesía en movimiento

Género: Plataformas / Metroidvania
Desarrollador: Moon Studios
Motor gráfico: Unity
Ori and the Will of the Wisps es un ejemplo de cómo un juego 2D puede ser tan impactante como cualquier superproducción en 3D. Su mundo pintado a mano, lleno de bosques luminosos, criaturas mágicas y ruinas melancólicas, es un espectáculo visual y emocional.
A nivel gráfico, Moon Studios apostó por la fluidez y el color. En Xbox One S, el juego se ejecuta a 1080p y 60 fps con HDR, garantizando una experiencia suave y vibrante. En Xbox One X, alcanza los 4K nativos a 60 fps, con un nivel de nitidez y saturación cromática que convierte cada escenario en una auténtica obra de arte interactiva.
La animación fluida, los fondos en múltiples capas y la sincronía entre música orquestal y efectos visuales hacen que cada salto y cada combate se sientan como parte de una coreografía. Es, sin duda, uno de los títulos más bellos de la generación.
Star Wars Jedi: Fallen Order — la Fuerza en movimiento

Género: Acción / Aventura
Desarrollador: Respawn Entertainment
Motor gráfico: Unreal Engine 4
Jedi: Fallen Order devolvió a los fans de Star Wars la experiencia single player que tanto pedían. Cal Kestis, un joven padawan perseguido tras la Orden 66, recorre planetas como Kashyyyk o Zeffo en una aventura que mezcla exploración, plataformas y combates con sable láser.
En Xbox One S, se ejecuta a 900p reescalados a 1080p y 30 fps, con un acabado sólido aunque con aliasing en escenas cargadas. En Xbox One X, alcanza resoluciones dinámicas cercanas a 4K o 1080p/60 fps en modo rendimiento, con texturas más nítidas y mejor iluminación.
Lo que deslumbra es su dirección artística cinematográfica: junglas envueltas en niebla, ruinas ancestrales y duelos de sable que iluminan la pantalla. Cada animación de combate transmite el peso y la elegancia de la saga.
Resident Evil Village — terror gótico en la aldea

Género: Survival Horror
Desarrollador: Capcom
Motor gráfico: RE Engine
Village llevó la saga a un terreno de cuento oscuro: castillos barrocos, aldeas nevadas y fábricas siniestras. Ethan Winters se enfrenta a vampiros, licántropos y a la imponente Lady Dimitrescu en un viaje que combina horror clásico con espectáculo moderno.
En el apartado técnico, el RE Engine vuelve a brillar. En Xbox One S, el juego corre a 900p con framerate desbloqueado entre 30 y 40 fps, lo que puede generar altibajos en escenas intensas. En Xbox One X, alcanza resoluciones dinámicas de hasta 1800p, con mayor detalle en texturas y sombras, reforzando la atmósfera gótica de castillos y aldeas nevadas.
El RE Engine brilla en la recreación de interiores góticos y criaturas grotescas, con una iluminación que potencia la tensión. Cada escenario es un contraste entre belleza decadente y pesadilla.
Halo Infinite — el regreso del Jefe Maestro en un mundo abierto

Género: Shooter en primera persona
Desarrollador: 343 Industries
Motor gráfico: Slipspace Engine
Halo Infinite revitaliza la saga de ciencia ficción más icónica al situar al Jefe Maestro en el vasto anillo de Zeta Halo, un escenario que combina bosques frondosos, imponentes torres Forerunner y acantilados escarpados. Por primera vez, la franquicia adopta una estructura de mundo abierto, donde la exploración libre y el uso de vehículos se entrelazan con el clásico gunplay de Halo: disparos precisos con el rifle de asalto, caos de plasma y combates que mantienen intacta la esencia de la serie. La campaña enfrenta al Jefe contra los Desterrados en una historia de resistencia y esperanza, mientras que el multijugador recupera la intensidad de las arenas competitivas que hicieron grande a la saga.
Donde más se notan las diferencias es en el rendimiento. En Xbox One S, el juego oscila entre 720p y 1080p a 30 fps, priorizando estabilidad por encima de la nitidez. En Xbox One X, alcanza resoluciones dinámicas cercanas a 4K y 60 fps en modo rendimiento, con HDR que realza bosques, estructuras Forerunner y cielos inmensos, devolviendo a la saga su escala épica.
El Slipspace Engine demuestra su potencia al renderizar un mundo abierto que lleva al límite el hardware de Xbox One: montañas lejanas, bases enemigas detalladas y diseños intrincados con un popping mínimo, como destacó Digital Foundry. Los ciclos de día y noche, junto con efectos climáticos como neblinas en los valles o cielos tormentosos, refuerzan la inmersión y la sensación de escala.
A pesar de las limitaciones de la generación, Halo Infinite logra transmitir grandeza: paisajes de ciencia ficción iluminados en HDR, batallas caóticas y una dirección artística que funciona como carta de amor a los fans, consolidándolo como uno de los títulos más ambiciosos y visualmente impactantes de Xbox One.
Elden Ring — un mundo pintado con sombras y luz

Género: RPG de acción
Desarrollador: FromSoftware
Motor gráfico: Propietario
Elden Ring es la culminación de la visión de Hidetaka Miyazaki: un mundo abierto que combina lo enigmático con lo monumental. Llanuras brumosas, castillos derruidos y cielos dorados crean un paisaje que parece un cuadro en movimiento.
En Xbox One S, se mueve a 900p y 30 fps con caídas puntuales, mientras que en Xbox One X alcanza 1800p reescalados a 4K. Aunque no cuenta con HDR, la dirección artística compensa cualquier limitación técnica.
La ausencia de pantallas de carga entre regiones es un logro técnico, y la escala de sus escenarios convierte cada exploración en un descubrimiento visual.
Resident Evil 2 Remake — el regreso del horror claustrofóbico

Género: Survival Horror
Desarrollador: Capcom
Motor gráfico: RE Engine
El remake de Resident Evil 2 transformó un clásico de 1998 en una experiencia moderna. Leon y Claire recorren una comisaría oscura y sangrienta, enfrentándose a zombis hiperrealistas y al implacable Mr. X.
En Xbox One S, el juego utiliza resolución dinámica cercana a 1080p con framerate desbloqueado entre 30 y 40 fps. En Xbox One X, alcanza 1620p con checkerboard 4K y modos de rendimiento a 60 fps.
El RE Engine brilla en la recreación de interiores húmedos, reflejos en charcos y sombras proyectadas por linternas. La tensión visual es constante, y cada pasillo se convierte en un escenario de terror cinematográfico.
DOOM Eternal — velocidad demoníaca a 60 fps

Género: Shooter en primera persona
Desarrollador: id Software
Motor gráfico: id Tech 7
DOOM Eternal es pura adrenalina. El Doom Slayer arrasa con hordas demoníacas en escenarios que van desde ciudades arrasadas en la Tierra hasta fortalezas infernales bañadas en neón. Todo se mueve a un ritmo frenético, con combates que parecen coreografías de sangre y fuego.
Técnicamente, id Tech 7 es un prodigio de optimización. En Xbox One S, el juego mantiene 60 fps con resolución dinámica cercana a 1080p, ofreciendo fluidez incluso en los combates más caóticos. En Xbox One X, escala hasta 1800p reescalados a 4K, con texturas nítidas y un rendimiento impecable que prioriza siempre la velocidad de la acción.
El espectáculo visual se completa con partículas, explosiones y animaciones de “glory kills” que convierten cada combate en un festival gore. Digital Foundry lo describió como un referente técnico de la generación, y no es difícil entenderlo.
Hellblade: Senua’s Sacrifice — un viaje entre la realidad y la locura

Género: Acción / Aventura
Desarrollador: Ninja Theory
Motor gráfico: Unreal Engine 4
Hellblade es tanto un videojuego como una experiencia sensorial. Senua recorre un mundo inspirado en la mitología nórdica, entre bosques envueltos en niebla y paisajes infernales, mientras lidia con sus propios demonios internos.
En Xbox One S, se ejecuta a 30 fps con resolución dinámica cercana a 1080p. En Xbox One X, ofrece tres modos: resolución dinámica hasta 4K a 30 fps, 1080p a 60 fps o un modo enriquecido con mejoras gráficas y HDR.
El resultado es casi cinematográfico: rostros hiperrealistas, iluminación dramática y un diseño sonoro binaural que potencia la inmersión. La actuación de Melina Juergens como Senua, capturada con un nivel de detalle impresionante, es uno de los grandes hitos visuales de la generación.
Battlefield 1 — la Gran Guerra como nunca se vio

Género: Shooter en primera persona
Desarrollador: DICE
Motor gráfico: Frostbite 3
Battlefield 1 trasladó la saga a la Primera Guerra Mundial con un despliegue visual que marcó época. Trincheras embarradas, desiertos abrasados por el sol y ciudades en ruinas se combinan con un multijugador masivo que transmite la escala del conflicto.
En lo gráfico, el Frostbite 3 despliega todo su potencial. En Xbox One S, el juego corre a 900p dinámicos y 60 fps, con un rendimiento sólido en la mayoría de escenarios. En Xbox One X, alcanza resoluciones de hasta 1800p con HDR, lo que realza atardeceres, explosiones y tormentas, convirtiendo cada batalla en un espectáculo visual.
El motor Frostbite 3 brilla en la destrucción dinámica: edificios que colapsan, humo que cubre el campo de batalla y efectos climáticos que cambian el ritmo de cada partida. Es un título que convirtió la guerra en un espectáculo visual sin precedentes.
Star Wars Battlefront II — la galaxia en 4K

Género: Shooter en primera y tercera persona
Desarrollador: DICE
Motor gráfico: Frostbite 3
Battlefront II es probablemente la recreación más fiel del universo Star Wars en consolas. Desde los bosques de Endor hasta los desiertos de Tatooine, cada escenario está diseñado con un nivel de detalle que roza el fotorrealismo.
En Xbox One S, se mantiene a 900p y 60 fps, mientras que en Xbox One X alcanza resoluciones dinámicas de hasta 2160p con HDR, ofreciendo colores vibrantes y texturas nítidas.
Los combates espaciales, con cazas TIE y X-Wings iluminando el vacío con láseres, son un espectáculo aparte. El juego logra que cada partida se sienta como una escena de la saga cinematográfica.
Battlefield 4 — destrucción a gran escala

Género: Shooter en primera persona
Desarrollador: DICE
Motor gráfico: Frostbite 3
Lanzado junto a Xbox One en 2013, Battlefield 4 fue uno de los primeros escaparates técnicos de la generación. Su campaña es un thriller militar, pero es en el multijugador donde muestra todo su potencial: mapas enormes, vehículos y destrucción masiva.
A nivel técnico, se nota su condición de título de lanzamiento. En Xbox One S, corre a 900p y 60 fps dinámicos, ofreciendo un rendimiento notable para 2013. En Xbox One X, se mantiene en 1080p con mejoras en filtrado de texturas, aunque sin parche 4K, lo que limita su salto visual respecto a la versión base.
El sistema “Levolution”, con eventos como rascacielos que se derrumban o tormentas que alteran la jugabilidad, convirtió cada partida en un espectáculo visual dinámico. A pesar de los años, sigue siendo un referente en escala y caos gráfico.
Shadow of the Tomb Raider — la selva como desafío técnico

Género: Acción / Aventura
Desarrollador: Eidos Montréal
Motor gráfico: Foundation Engine
Shadow of the Tomb Raider cerró la trilogía de orígenes de Lara Croft con un despliegue visual que llevó a Xbox One al límite. La jungla amazónica, con su densidad de vegetación y templos ancestrales, se convirtió en un escenario vivo donde cada hoja y cada reflejo cuentan.
En Xbox One S, el juego corre a 900p y 30 fps con HDR, mientras que en Xbox One X ofrece la opción de 4K nativos a 30 fps o 1080p a 60 fps, un lujo poco común en la generación. Digital Foundry destacó la calidad de su iluminación y el realismo del agua y la vegetación.
Las secuencias submarinas, con rayos de luz filtrándose entre burbujas y corales, son uno de sus grandes logros técnicos. Es un título que combina espectáculo visual con atmósfera mística.
Gears of War: Ultimate Edition — un clásico rehecho con músculo

Género: Shooter en tercera persona
Desarrollador: The Coalition
Motor gráfico: Unreal Engine 3
El regreso de Marcus Fenix en Gears of War: Ultimate Edition no fue un simple remaster: fue una reconstrucción visual que modernizó un clásico de 2006. Texturas rehechas, iluminación renovada y cinemáticas reconstruidas desde cero lo convirtieron en un escaparate técnico para Xbox One.
En Xbox One S, se ejecuta a 1080p con 30 fps en campaña y 60 fps en multijugador. En Xbox One X, alcanza 4K nativos con HDR, ofreciendo un nivel de detalle que rivaliza con producciones actuales.
El resultado es un juego que mantiene la crudeza del original, pero con un acabado que lo hace sentir fresco. Las arenas ensangrentadas y los cielos tormentosos lucen como nunca.
NieR: Automata — belleza en la decadencia

Género: RPG de acción
Desarrollador: PlatinumGames
Motor gráfico: Propietario
NieR: Automata es un juego que mezcla filosofía y acción estilizada en un mundo devastado por máquinas. Sus escenarios, desde ciudades en ruinas hasta parques de atracciones iluminados por neones, transmiten tanto melancolía como belleza.
En Xbox One S, corre a 900p y 60 fps, mientras que en Xbox One X se mantiene en 1080p con mejoras en texturas y filtrado, aunque sin parche 4K. Aun así, el rendimiento estable y la dirección artística lo convierten en una experiencia única.
La variedad visual —desiertos, bosques, fábricas— y los cambios de género en tiempo real (como segmentos tipo bullet-hell) lo hacen destacar como un título diferente a todo lo demás.
Call of Duty: Modern Warfare II (2022) — acción global con detalle quirúrgico

Género: Shooter en primera persona
Desarrollador: Infinity Ward
Motor gráfico: IW Engine 8.0
Modern Warfare II (2022) llevó a la Fuerza Operativa 141 a escenarios globales con un nivel de detalle que sorprendió en Xbox One. Misiones nocturnas con visión térmica, persecuciones urbanas y combates en desiertos se ven con un acabado casi cinematográfico.
En el apartado de rendimiento, Infinity Ward apostó por la solidez. En Xbox One S, el juego se mueve con resolución dinámica cercana a 1080p y 60 fps, garantizando fluidez en la mayoría de escenarios. En Xbox One X, alcanza resoluciones de hasta 1800p dinámicos a 60 fps; aunque no incluye HDR, la nitidez de armas y entornos lo convierten en uno de los shooters más pulidos de la generación.
Los efectos de agua, con reflejos y físicas realistas, y las secuencias de infiltración nocturna son algunos de sus grandes logros visuales.
Call of Duty: Black Ops Cold War — los 80 con neón y pólvora

Género: Shooter en primera persona
Desarrollador: Treyarch / Raven Software
Motor gráfico: IW Engine
Black Ops Cold War apostó por la estética retro de los años 80, con misiones de espionaje en Moscú, Miami y Berlín. Su campaña mezcla acción y conspiración, mientras que el multijugador y el modo Zombies ofrecen un espectáculo visual constante.
En Xbox One S, corre con resolución dinámica cercana a 1080p y 60 fps, con caídas puntuales en Zombies. En Xbox One X, alcanza resoluciones dinámicas de hasta 1800p con HDR, lo que potencia los neones, explosiones y escenarios urbanos.
El modo Zombies, con mapas oscuros y detallados, es un escaparate visual propio. Y la campaña, con decisiones que alteran escenas y cinemáticas, refuerza su carácter cinematográfico.
Halo: The Master Chief Collection — la saga que definió a Xbox, remasterizada

Género: Shooter en primera persona
Desarrollador: 343 Industries (con apoyo de Splash Damage, Ruffian Games y Certain Affinity)
Motor gráfico: Halo Engine (varía según el título; Halo 2: Anniversary usa Saber3D Engine para los remakes visuales)
Halo: The Master Chief Collection es mucho más que un recopilatorio: es la historia completa del Jefe Maestro reunida en un solo paquete. Incluye Halo: Combat Evolved Anniversary, Halo 2: Anniversary, Halo 3, Halo 4 y, en actualizaciones posteriores, Halo 3: ODST y Halo: Reach. Cada campaña conserva su esencia, pero con mejoras visuales y de rendimiento que convierten la colección en la forma definitiva de revivir la saga.
En Xbox One S, todos los juegos funcionan a 1080p y 60 fps, con remasterizaciones completas en Halo CE y Halo 2, y mejoras visuales en Halo 3 y Halo 4. En Xbox One X, la colección alcanza 4K nativos a 60 fps, con soporte HDR y hasta 120 fps en multijugador tras actualizaciones posteriores. El salto es especialmente evidente en Halo 2: Anniversary, cuyas cinemáticas fueron rehechas por Blur Studio con un acabado que roza lo cinematográfico.
Lo que realmente deslumbra es la posibilidad de alternar entre gráficos originales y remasterizados en Halo CE y Halo 2 con solo pulsar un botón. Esta función no solo es un guiño a la nostalgia, sino también una demostración palpable de cuánto ha evolucionado la saga en lo técnico y artístico.
En conjunto, The Master Chief Collection no es solo un homenaje a la saga, sino también un escaparate técnico que demuestra cómo un legado puede actualizarse sin perder su esencia. Desde los anillos de Combat Evolved hasta los mundos más cinematográficos de Halo 4, cada entrega brilla con fuerza renovada en Xbox One.
🏁 Conclusión
La Xbox One, ya sea en su versión S o X, demostró que podía ofrecer experiencias visuales que rivalizan con consolas más recientes. Gracias a un catálogo que combina músculo técnico y dirección artística, títulos como Shadow of the Tomb Raider o Battlefield 1 siguen siendo referentes gráficos, capaces de sumergir al jugador en mundos inolvidables.
Y ahora te toca a ti: ¿cuál de estos juegos es tu favorito por su apartado gráfico o estilo artístico? Déjalo en los comentarios y cuéntanos qué título hace brillar tu Xbox One. Ya sea la vibrante recreación de México en Forza Horizon 5 o la atmósfera inquietante de Hellblade, queremos conocer tus elecciones y seguir la conversación con la comunidad.













