El Banco Central de la República Argentina (BCRA) flexibilizó este mes las regulaciones sobre los cajeros automáticos en el país. El resultado (algo inesperado) de esto, ha sido un plan para instalar 4.000 nuevos cajeros automáticos compatibles con criptomonedas.
Las nuevas regulaciones no contienen ninguna referencia directa a bitcoin o criptomonedas. Más bien, permiten la instalación de cajeros automáticos en establecimientos no bancarios, como supermercados, centros comerciales y cines.
Además, la normativa permite la entrada de agentes independientes en el mercado. Hasta ahora sólo ha habido licencias de operación para Banelco y Red Link. Y todos los cajeros pertenecientes a estas dos redes han estado en instalaciones bancarias.
El Banco Central ha proporcionado un marco de normas mediante las cuales los cajeros independientes y de terceros pueden integrarse en el sistema de pago existente.
Integración a la red de pago existente
Uno de los primeros actores importantes en aprovechar las nuevas normativas es Odyssey Group. El Director General, Sebastián Ponceliz explica:
Tenemos acuerdos previos para instalar 4.000 cajeros automáticos.. pero eso es sólo una pequeña parte de los 30.000 nuevos cajeros automáticos que se esperan en todo el país.
Los nuevos cajeros serán modelos de la compañía Octagon. Odyssey instaló más de 200 de estas máquinas en Argentina el año pasado. En ese momento, los cajeros no podían acceder a la amplia red bancaria. Eran cajeros automáticos netamente para criptomonedas, los cuales permitían el intercambio bidireccional de bitcoin, ethereum y litecoin.
Sin embargo, con la flexibilización de la regulación, estas máquinas abren toda una nueva gama de posibilidades, como un conveniente punto de acceso entre el dinero fiat y las criptomonedas.
Costos y ganancias
Un cajero cuesta 8.000 dólares, más una cuota de instalación de entre 1.000 y 1.500 dólares (el propietario también se encargará de mantenerlo lleno). Odyssey describe sus cajeros automáticos como «una máquina expendedora que dispensa dinero en efectivo, en lugar de bocadillos o refrescos».
Los propietarios reciben un pago por cada transacción realizada a través de la máquina, y Odyssey afirma que los costos iniciales retornan en un plazo de cinco o seis meses. El promedio de transacciones mensuales en los cajeros existentes es de 10.000. Por lo tanto, una máquina bien ubicada, que no esté limitada por estar en un banco, podría funcionar muy bien.
Pero antes de que te apresures a ir a tu instalador local, hay incluso una aplicación móvil para ver dónde están ubicadas las máquinas cercanas (rivales). Incluso te permite saber si hay dinero en el interior de las mismas.
