Mientras que Windows 10 ha acelerado el PC cuando se compara con las iteraciones anteriores del sistema operativo Windows (Windows 7 y Windows 8/8.1), puede ocurrir que eventualmente el PC en el que se ejecuta este SO comience a funcionar más lentamente, será el momento entonces de optimizar Windows 10 al máximo posible para recuperar el rendimiento de nuestro equipo.
Por supuesto, puedes desinstalar el bloatware que inevitablemente viene con un nuevo sistema, asegurarte de que todas las aplicaciones innecesarias se reduzcan al mínimo y eliminar todos los demás archivos que no necesites o que nunca hayas deseado, pero aún habrá otras razones por las que la máquina comience a ejecutarse con dificultad.
El problema no se limita a Windows. Este problema también afecta a MacOS, Linux, Chrome u otro sistema operativo, y puede ser una experiencia frustrante a la hora de arrancar.
Tenemos que ser realistas y reconocer que el rendimiento que obtendrás después de la limpieza no será nunca el mismo que cuando se sacó la máquina de su embalaje, pero hay métodos para que una máquina antigua vuelva a tener un rendimiento parecido al que solía tener. Esto no quiere decir que necesitemos reinstalar el sistema operativo desde cero y borrar todo lo que hay en ella.
Por lo tanto, veamos ahora cómo podemos optimizar Windows 10 sin eliminar las aplicaciones que usas o los datos que necesitas.
Cómo optimizar Windows 10 al máximo:
1. Cambiar la configuración de energía
Si estás usando el plan de ahorro de energía de Windows 10, estás ralentizando el equipo. Este plan reduce el rendimiento de tu PC para ahorrar energía. Cambiar tu plan de energía de Ahorro de energía a Alto rendimiento o Equilibrado te dará un aumento instantáneo del rendimiento.
Para ello, inicia el Panel de control y selecciona Hardware y sonido > Opciones de energía (O simplemente escribe «Elegir un plan de energía» en el cuadro de búsqueda del menú inicio). Normalmente verás dos opciones: Equilibrado (recomendado) y Economizador. (Dependiendo de tu marca y modelo de PC, también puedes ver otros planes aquí, incluyendo algunos de la marca del fabricante). Para ver la configuración de alto rendimiento, haz clic en la flecha hacia abajo en Mostrar planes adicionales.
Para cambiar la configuración de energía, simplemente elije la que desees y luego sal del Panel de control. El perfil Alto rendimiento le da el mayor impulso a tu sistema, pero también utiliza la mayor cantidad de energía; el perfil Equilibrado encuentra un punto medio entre el uso de energía y un mejor rendimiento; y Economizador hace todo lo posible para darte la mayor duración de la batería como sea posible. Los usuarios de equipos de sobremesa no tienen por qué elegir el perfil Economizador, e incluso los usuarios de equipos portátiles deben considerar la opción Equilibrado cuando están desconectados, y Alto rendimiento cuando están conectados a una fuente de alimentación.
2. Desactivar los programas que se ejecutan al iniciar el sistema
Una de las razones por las que tu equipo con Windows 10 puede sentirse lento es es porque hay demasiados programas ejecutándose en segundo plano, programas que puede que nunca utilices o que sólo utilices en raras ocasiones. Impídeles que se ejecuten y tu PC funcionará mejor.
Comienza iniciando el Administrador de tareas: Pulsa Ctrl+Shift+Esc o haz clic con el botón derecho del ratón en la esquina inferior derecha de la pantalla y selecciona Administrador de tareas. Si el Administrador de tareas se inicia como una aplicación compacta sin pestañas, haz clic en «Más detalles» en la parte inferior de la pantalla. El Administrador de tareas aparecerá en todo su esplendor. Hay muchas cosas que puedes hacer con él, pero nos vamos a centrar sólo en terminar los programas innecesarios que se ejecutan al inicio.
Haz clic en la ficha Inicio. Verás una lista de los programas y servicios que se inician al iniciar Windows. En la lista se incluyen el nombre de cada programa y su editor, si está habilitado para ejecutarse al iniciar, y su «Impacto de inicio», que es cuánto reduce la velocidad de Windows 10 al iniciar el sistema.
Para impedir que un programa o servicio se ejecute al iniciarse, has clic con el botón derecho del ratón y selecciona «Deshabilitar». Esto no deshabilita el programa por completo; sólo impide que se inicie al iniciar el sistema; siempre se puede ejecutar la aplicación después del inicio. Además, si más tarde decides que deseas que se ejecute al iniciar, puedes volver a esta área del Administrador de tareas, hacer clic con el botón derecho del ratón en la aplicación y seleccionar «Activar».
Muchos de los programas y servicios que se ejecutan en el inicio pueden ser familiares para ti, como OneDrive o Evernote Clipper. Pero puede que no reconozcas a muchos de ellos.
El Administrador de tareas te ayuda a obtener información sobre programas desconocidos. Haz clic con el botón secundario en un elemento y selecciona Propiedades para obtener más información acerca de él, incluida su ubicación en el disco duro, si tiene una firma digital y otra información, como el número de versión, el tamaño del archivo y la última vez que se modificó.
Ahora que has seleccionado todos los programas que deseas desactivar al iniciar, la próxima vez que reinicies el equipo, el sistema estará mucho menos preocupado por los programas innecesarios.
3. Detener la sincronización de OneDrive
El almacenamiento de archivos OneDrive de Microsoft basado en la nube, integrado en Windows 10, mantiene los archivos sincronizados y actualizados en todos tus equipos. También es una herramienta de copia de seguridad útil para que si tu PC o tu disco duro se estropean, todavía tengas todos tus archivos intactos, a la espera de que los restaures.
Para ello sincroniza constantemente los archivos entre tu PC y el almacenamiento en la nube, algo que también puede ralentizar tu PC. Por eso, una forma de acelerar el equipo es detener la sincronización. Sin embargo, antes de apagarlo permanentemente, deberás comprobar si realmente está ralentizando tu equipo. Para ello, haz clic con el botón derecho del ratón en el icono de OneDrive en el área de notificación en el lado derecho de la barra de tareas. (El icono de OneDrive parece una nube.) En la pantalla emergente que aparece, haz clic en «Pausar sincronización» y selecciona 2 horas, 8 horas o 24 horas, dependiendo de cuánto tiempo desees que se detenga. Durante ese tiempo, mide si estás viendo un aumento notable de la velocidad.
Si es así, y decides que realmente deseas desactivar la sincronización, en nuestra tarea de optimizar Windows 10, haz clic con el botón derecho del ratón en el icono de OneDrive y, en la ventana emergente, selecciona Configuración > Cuenta. Haz clic en «Desconectar este PC» y, a continuación, en la pantalla que aparece, haz clic en «Desvincular equipo«. Cuando lo hagas, podrás seguir guardando tus archivos en la carpeta local de OneDrive, pero no se sincronizará con la nube.
Si encuentras que OneDrive ralentiza tu PC, pero prefieres seguir usándolo, puedes intentar solucionar los problemas de OneDrive. Para obtener más información sobre cómo hacerlo, consulta la página «Solucionar problemas de sincronización de OneDrive» de Microsoft.
4. Desactivar SuperFetch en los servicios de Windows
Windows SuperFetch se introdujo originalmente con Windows Vista como sucesor de PreFetch. Es un proceso que analiza tu sistema, específicamente tu uso de RAM, para generar un perfil de los programas y aplicaciones que ejecutas con más frecuencia. A medida que utilizas tu sistema, SuperFetch aprende gradualmente qué es lo que ejecutas con más frecuencia y cargará de forma preventiva elementos de esas aplicaciones en tu RAM para que, cuando los necesites, se carguen mucho más rápido de lo que lo harían de otro modo.
El objetivo principal de esta función es acelerar los tiempos de carga de las aplicaciones para aquellos que utilizan discos duros, especialmente los más antiguos. Aquellos que ejecutan una unidad de estado sólido (SSD) no verán mucha mejora en esta característica, ya que por defecto SuperFetch no carga aplicaciones en la memoria si se detecta una SSD en tu sistema.
Algunos usuarios han reportado una ralentización particular al arrancar Windows, donde el disco duro se ve forzado a cargar un montón de aplicaciones antes de que Windows haya tenido tiempo de cargar tus aplicaciones y servicios necesarios. Esto podría valer la pena si vas a ejecutar todas esas aplicaciones, pero si no lo haces, SuperFetch termina ralentizando tu PC para «reducir la ralentización más tarde», lo que es contrario a la lógica.
Varios usuarios de Windows también han notado que SuperFetch causa picos en el uso del disco duro y de la CPU, especialmente durante las sesiones de juego. Esto parece estar mayormente limitado a aquellos que ejecutan sistemas con menos de 4 GB de RAM.
En nuestra búsqueda de optimizar Windows 10, y para deshabilitar este proceso, escribe services.msc en el cuadro de busqueda del menú Inicio, y haz clic en la entrada correspondiente en la lista de resultados.
Desplázate por la lista de servicios hasta que encuentres «SuperFetch.» Haz clic con el botón derecho del ratón en esa entrada y selecciona «Stop» (Detener) en el menú resultante.
Para evitar que se inicie de nuevo la próxima vez que se inicie Windows, haz clic con el botón derecho del ratón y selecciona «Propiedades».
En el menú desplegable junto a «Tipo de inicio», selecciona «Deshabilitado».
Si tu sistema está funcionando bien sin ralentización, es poco probable que veas algún tipo de beneficio al apagar SuperFetch. Sin embargo, si te enfrentas a picos de uso de CPU o HDD, vale la pena desactivar SuperFetch, al menos temporalmente, para ver si eso puede ayudar a aclarar el problema.
5. Desactivar la indexación de búsquedas
Windows 10 indexa tu disco duro en segundo plano, lo que le permite -en teoría- buscar en tu PC más rápidamente que si no se hiciera ninguna indexación. Sin embargo, los equipos más lentos que utilizan la indexación pueden ver un impacto en el rendimiento, y puedes aumentar la velocidad de estos equipos desactivando la indexación. Incluso si tienes un disco SSD, desactivar la indexación también puede mejorar tu velocidad, ya que la escritura constante en disco que realiza la indexación puede ralentizar las SSD.
Para optimizar Windows 10, y obtener el máximo beneficio, debes desactivar completamente la indexación. Para ello, escribe primero services.msc en el cuadro de búsqueda del menú Inicio y haz clic en el resultado Servicios que aparece a continuación. Se abrirá la aplicación Servicios. Desplázate hacia abajo hasta Windows Search en la lista de servicios. Has doble clic en él y, en la pantalla que aparece, has clic en Detener. Luego, en el menú desplegable junto a «Tipo de inicio», selecciona «Deshabilitado».
A continuación reinicia el sistema. Tus búsquedas pueden ser un poco más lentas, aunque es posible que no notes la diferencia. Pero deberías conseguir un aumento de rendimiento general.
Si lo deseas, puedes desactivar la indexación sólo para archivos en determinadas ubicaciones. Para ello, escribe primero «indización» en el cuadro de búsqueda del menú Inicio y haz clic en el resultado de Opciones de indización que aparece. Se abrirá la página Opciones de indización del Panel de control. Haz clic en el botón Modificar y verás una lista de ubicaciones que se están indizando, como Microsoft Outlook, tus archivos personales, etc. Desmarca las casillas situadas junto a cualquier ubicación y dejará de estar indexada.
6. Limpia tu disco duro con el Sensor de almacenamiento
Mejorar el rendimiento de cada pieza de hardware en nuestro equipo es fundamental en nuestra búsqueda de optimizar Windows 10.
Si tienes un disco duro abarrotado de archivos que no necesitas, podrías estar ralentizando tu PC. Si lo limpias, puedes aumentar la velocidad. Windows 10 tiene una herramienta incorporada sorprendentemente útil para hacer esto llamada Sensor de almacenamiento. Para activarla, ve a Configuración > Sistema > Almacenamiento (o escribe Almacenamiento en el cuadro de búsqueda del menú Inicio) y en la parte superior de la pantalla – en la sección Sensor de almacenamiento – mueve la barra de Desactivado a Activado. Al hacerlo, Windows supervisa constantemente el equipo y elimina los archivos basura antiguos que ya no necesitas, los archivos temporales, los archivos de la carpeta Descargas que no se han modificado en un mes y los archivos de la Papelera de reciclaje antigua.
Puedes personalizar el funcionamiento del Sensor de almacenamiento y también utilizarlo para liberar aún más espacio del que ocuparía normalmente. Debajo del Sensor de almacenamiento, haz clic en «Cambiar modo de liberar espacio». En la pantalla que aparece, puedes cambiar la frecuencia con la que Storage Sense elimina los archivos (cada día, cada semana, cada mes o cuando Windows lo decida). También puedes establecer el tiempo de espera para eliminar automáticamente los archivos de la Papelera de reciclaje.
También puedes eliminar las versiones antiguas de Windows que puedan estar ocupando espacio. En la parte inferior de la pantalla, marca la casilla situada junto a «Eliminar versiones anteriores de Windows». Storage Sense eliminará las versiones antiguas de Windows diez días después de haber instalado una actualización. Ten en cuenta que si lo haces, no podrás volver a la versión anterior de Windows.
7. Limpia y desfragmenta tu disco duro
En el cuadro de búsqueda del menú Inicio, escribe Liberador de espacio en disco. Esto abre la confiable utilidad de Liberador de espacio en disco que ha sido parte de Windows durante varias generaciones del sistema operativo. El Liberador de espacio en disco encuentra basura y archivos no deseados, como archivos temporales, páginas web fuera de línea y archivos de instalación en el equipo, y ofrece eliminarlos todos a la vez.
Sin embargo, esto generalmente sólo tendrá un efecto notable en la velocidad si tu unidad se está acercando a su capacidad máxima. Si no tienes una desfragmentación de disco programada regularmente, configúrala en la herramienta Optimizar unidades, que puedes encontrar escribiendo su nombre en el cuadro de búsqueda junto al botón Inicio.
Desfragmentar tu disco duro es una de las formas más básicas de acelerar tu computadora. Esto consolida las diferentes partes de tus archivos en el área secuencial más pequeña posible en el disco. Esto significa que los cabezales de lectura/escritura tienen que recorrer distancias más pequeñas, por lo que serán más rápidos a la hora de completar las solicitudes.
Otra gran herramienta para la limpieza del disco duro es Iolo System Mechanic, una utilidad de ajuste y optimización gratuita para Windows 10.
8. Limpia tu Registro
Bajo el capó de Windows, el Registro rastrea y controla casi todo lo relacionado con el funcionamiento y el aspecto de Windows. Esto incluye información sobre dónde están almacenados tus programas, qué DLLs usan y comparten, qué tipos de archivos deben ser abiertos por cada programa o casi todo lo demás.
Pero el Registro es una cosa muy desordenada. Cuando desinstalas un programa, por ejemplo, la configuración de ese programa no siempre se limpia en el Registro. Así que con el tiempo, se puede llenar con innumerables ajustes obsoletos de todo tipo. Y eso puede llevar a que el sistema se ralentice.
Ni siquiera pienses en tratar de limpiar todo esto tú mismo. Eso es imposible. Para hacerlo, necesitas un Limpiador de Registro. Hay muchos disponibles, algunos gratuitos y otros de pago. Pero realmente no hay necesidad de comprar uno directamente, porque el Limpiador de Registro gratuito de Auslogics (Auslogics Registry Cleaner) hace un trabajo eficiente, lo que ayuda mucho a optimizar Windows 10.
Antes de usar Auslogics o cualquier otro limpiador del registro, debes hacer una copia de seguridad de tu registro para que puedas restaurarlo si algo sale mal. (Auslogics Registry Cleaner hace esto por ti también, pero no puede hacer daño hacer una copia de seguridad dos veces). Para hacer tu propia copia de seguridad del Registro, escribe regedit.ext en el cuadro de búsqueda y, a continuación, presiona Enter. Eso ejecuta el editor del Registro. En el menú Archivo, selecciona Exportar. Desde la pantalla que aparece, asegúrate de elegir la opción «Todos» en la sección Rango de exportación en la parte inferior de la pantalla. A continuación, elije una ubicación y un nombre de archivo y haz clic en Guardar. Para restaurar el Registro, abre el editor del Registro, selecciona Importar en el menú Archivo y, a continuación, abre el archivo que guardó.
Ahora descarga, instala y ejecuta Auslogics Registry Cleaner. En la parte izquierda de la pantalla puedes seleccionar los tipos de problemas del Registro que deseas limpiar – por ejemplo, Asociaciones de Archivos, Internet o Fuentes. Generalmente seleccionamos todas.
A continuación, haz clic en «Escanear ahora» y, en el menú desplegable que aparece, selecciona Escanear. Esto te permite examinar primero los problemas del Registro que encuentra.
El programa escaneará tu Registro en busca de errores, y luego te muestra lo que encontró. Clasifica los errores según su gravedad, para ayudarte a decidir cuál corregir. Haz clic en Reparar cuando hayas tomado una decisión y asegúrate de que la opción «Respaldar los cambios» esté marcada, de modo que puedas restaurar el Registro fácilmente si algo sale mal.
9. Desactivar sombras, animaciones y efectos visuales
Windows 10 tiene algunos detalles agradables como sombras, animaciones y efectos visuales. En los equipos más nuevos y rápidos, estos no suelen afectar al rendimiento del sistema. Sin embargo, en los equipos más lentos y antiguos, pueden producir un gran impacto en el rendimiento.
Es fácil desactivarlos para ayudar así a optimizar Windows 10. En el cuadro de búsqueda, escribe sysdm.cpl y pulsa Intro. Se abre el cuadro de diálogo Propiedades del sistema. Haz clic en la pestaña Opciones avanzadas y luego en «Configuración» en la sección Rendimiento. Esto te lleva al cuadro de diálogo Opciones de rendimiento. Verás una lista variada de animaciones y efectos especiales.
Si tienes tiempo y te gusta retocar, puedes desactivarlos de forma individual. Estas son las animaciones y los efectos especiales que probablemente querrás desactivar, porque tienen el mayor efecto en el rendimiento del sistema:
- Animar controles y elementos dentro de las ventanas
- Animar ventanas al minimizar y maximizar
- Animaciones en la barra de tareas
- Desvanecer o deslizar menús a la vista
- Desvanecer o deslizar la información sobre herramientas a la vista
- Desvanecer los elementos del menú después de hacer clic
- Mostrar sombras debajo de las ventanas
Sin embargo, probablemente sea mucho más fácil seleccionar «Ajustar para obtener el mejor rendimiento» en la parte superior de la pantalla y, a continuación, hacer clic en Aceptar. Windows 10 desactivará los efectos que ralentizan el sistema.
10. Iniciar el solucionador de problemas de Windows
Hay también una herramienta muy útil para optimizar Windows 10, pero poco conocida, que puede detectar problemas de rendimiento y resolverlos. Para iniciarlo, ejecuta el Panel de control y selecciona Sistema y seguridad > Seguridad y mantenimiento > Solución de problemas
A continuación, haz clic en Ejecutar tareas de mantenimiento.
Aparecerá una pantalla titulada «Solucionar y ayudar a evitar los problemas del equipo». Haz clic en Siguiente.
El solucionador de problemas encontrará archivos y accesos directos que no utilizas, identificará cualquier problema de rendimiento y de otro tipo en tu equipo, se te informará y luego lo solucionará. Ten en cuenta que puede aparecer un mensaje que diga: «Intente solucionar problemas como administrador» (o simplemente «Ejecutar como administrador», dentro de Opciones avanzadas). Si tienes derechos administrativos sobre el equipo, haz clic en él y el solucionador de problemas se iniciará y hará su trabajo.
11. Obten ayuda del Monitor de rendimiento
Existe una excelente herramienta llamada Monitor de rendimiento que puede, entre otras cosas, crear un informe detallado del rendimiento del equipo, detallar cualquier problema de sistema y de rendimiento y sugerir soluciones que ayuden a optimizar Windows 10.
Para obtener el informe, escribe perfmon /report en el cuadro de búsqueda y pulsa Intro. (Asegúrate de que haya un espacio entre «perfmon» y la barra oblicua.) El monitor de recursos y rendimiento inicia y recopila información sobre tu sistema. Puede indicar que tardará 60 segundos, pero hemos descubierto que tarda varios minutos. Cuando el Monitor termine, lanzará un informe interactivo.
Encontrarás mucha información extremadamente detallada en el informe, y puede llevarte mucho tiempo. Lo mejor es echar un vistazo primero a la sección Advertencias, que detalla los problemas más importantes (si los hubiere) que encontró en tu PC, como problemas con Windows, con los controladores, etc. También te indica cómo solucionar cada problema, por ejemplo, cómo encender un dispositivo que ha sido desactivado.
También vale la pena desplazarse hacia abajo hasta la sección Descripción general de recursos, donde encontrarás un análisis del rendimiento de tu CPU, red, disco y memoria. Cada resultado está codificado por colores: el verde significa que no hay problemas, el amarillo significa problemas potenciales y el rojo muestra un problema.
Más allá de eso, el Resumen de recursos también presenta métricas de rendimiento y detalles explicativos. Por ejemplo, para la CPU, podría mostrar en verde y una utilización del 21%, con los detalles, «Carga normal de CPU». O en el caso de la memoria, podría aparecer en amarillo, con un 62% de utilización y los detalles, «1520 MB está disponible». Según lo que obtengas, es posible que desees hacer algo con tu hardware; por ejemplo, agregar más memoria al sistema.
12. Elimina el adware / spyware / bloatware
A veces, el mayor factor de ralentización del equipo no es Windows 10 en sí mismo, sino el software malicioso o el adware que consume los recursos de la CPU y del sistema. El adware, el spyware y el bloatware son particularmente insidiosos porque pueden haber sido instalados por el fabricante del equipo. Te sorprenderá de lo rápido que puede funcionar tu PC si te deshaces de él, te ayudará mucho a optimizar Windows 10.
En primer lugar, ejecuta un análisis del sistema para buscar adware y malware. Si ya has instalado un paquete de seguridad como Norton Security o McAfee LiveSafe, puedes utilizarlo. También puedes usar la aplicación antimalware integrada de Windows 10: simplemente escribe Windows Defender en el cuadro de búsqueda, presiona Enter, y, a continuación, haz clic en Protección contra virus y amenazas y luego en Examen rápido. Windows Defender buscará malware y eliminará el que encuentre, factor que ayuda mucho a optimizar Windows 10.
Sin embargo, es una buena idea ejecutar una segunda aplicación (Windows Defender no puede detectar todo el Adware acumulado en el sistema), así que considera una herramienta gratuita como Malwarebytes Anti-Malware o SUPERAntiSpyware. En ambos casos, la versión gratuita analiza el malware y elimina lo que encuentra; la versión de pago ofrece protección permanente para detener las infecciones en primer lugar.
También puedes comprobar si hay bloatware (programas no deseados, instalados por el fabricante del equipo) y deshacerte de él. Varios programas gratuitos harán esto por ti; tu mejor apuesta es ejecutar varios de ellos, porque ninguno de ellos encontrará todo el bloatware en tu PC. Buenas opciones son el PC Decrapifier, Should I Remove It? y SlimComputer.
13. Desactiva Windows Update
Un PC actualizado es menos vulnerable a los ataques, por lo que las actualizaciones automáticas de Windows suelen ser algo bueno. Pero a veces una actualización empeora las cosas, haciendo que un PC sea problemático o incluso inutilizable hasta que se resuelva el problema.
Es por eso que algunas personas prefieren postergar una actualización hasta que otras personas la hayan probado sin desastres. Pero esto requiere que te tomes un tiempo del día para estar al tanto de las noticias sobre las actualizaciones de Windows.
Si usas Windows 10, tienes otro problema: no te permite desactivar las actualizaciones automáticas. Afortunadamente, hay dos soluciones:
Si tienes una edición Professional, Enterprise o Education de Windows 10, puedes desactivar las actualizaciones automáticas. Pero la opción está oculta. Esto es lo que hay que hacer en la versión 1703. Si tienes una versión posterior de Windows 10, estas configuraciones siguen siendo válidas, pero la terminología es ligeramente diferente.
- Pulsa Win+R, escribe gpedit.msc y pulsa Intro. Se abrirá el Editor de políticas de grupo local.
- Navega por el panel izquierdo como si fuera el Explorador de archivos a
Configuración del equipo > Plantillas administrativas > Componentes de Windows > Windows Update > Configurar Actualizaciones automáticas. - Marca la opción Deshabilitada para desactivar la política.
- Haz clic en el botón Aplicar.
- Para finalizar, haz clic en el botón Aceptar.
Una vez que hayas completado los pasos, Windows 10 ya no descargará las actualizaciones automáticamente, y cualquier actualización futura debe descargarse e instalarse manualmente desde Configuración > Actualización y seguridad > Windows Update.
14. Activa el Inicio rápido de Windows 10
Hay un nuevo modo de arranque «híbrido» que debería acelerar el arranque de Windows 10. Lo hace hibernando el PC en lugar de apagarlo completamente.
Para ello, escribe «Panel de control» en el cuadro de búsqueda del menú Inicio y pulsa Intro. En el panel de control haz clic en Hardware y sonido. Aparecerá una nueva ventana, aquí, haz clic en Cambiar las acciones de los botones de inicio/apagado. A continuación, haz clic en Cambiar la configuración no disponible actualmente. Por último, marca la casilla Activar inicio rápido.
15. Apagar y reiniciar Windows
He aquí una de las armas no muy secretas de los profesionales de los servicios de IT para solucionar problemas y acelerar un PC: Apágalo y reinícialo. Haciendo esto se elimina cualquier uso excesivo de RAM que de otra forma no se podría eliminar. También mata los procesos que podrías haber puesto en marcha y que ya no son necesarios, pero que continúan ejecutándose y ralentizando tu sistema. Si tu PC o Laptop con Windows 10 se ha vuelto lento con el tiempo sin razón aparente, puedes sorprenderte de la rapidez con la que se ejecutará cuando lo reinicies.
16. Desactivar otros servicios innecesarios
Los servicios son muy parecidos a los programas que se ejecutan al iniciar el sistema, excepto que pueden ser mucho más cruciales para el funcionamiento general de Windows. Hay muchas características específicas de Microsoft que están habilitadas, pero hay algunas que la mayoría de la gente no necesita y que se pueden desactivar para asi optimizar Windows 10.
Echa un vistazo a la pestaña Servicios en el Administrador de tareas y lee la descripción de cada uno de ellos. Puedes detener un servicio para ver si tiene algún impacto, y volver a activarlo si es necesario. También puedes desactivar permanentemente un servicio para que no se inicie desde el principio.
Para configurar o detener la ejecución de los servicios, escribe services.msc en el cuadro de búsqueda del menú Inicio. A continuación, haz doble clic en los servicios que deseas detener o desactivar.
Hay muchos servicios que no son necesarios, pero los que se pueden desactivar dependen del uso que se haga de Windows 10 y de si se trabaja o no en una oficina o desde casa. Una gran guía de los servicios que pueden ser desactivados (o no) se puede encontrar aquí.
Recuerda, sin embargo, que detener o desactivar los servicios puede tener consecuencias imprevistas. Muchos componentes o aplicaciones pueden dejar de funcionar correctamente, así que procede con precaución.
17. Utiliza un script para desactivar servicios innecesarios (usuarios avanzados)
Este script te permite configurar los servicios de Windows 10 basándose en las Configuraciones de Servicio de Black Viper, tu propia Configuración de Servicio, una copia de seguridad de las Configuraciones de Servicio realizadas por este script, o bien una Configuración Personalizada utilizando el script.
Nota: Este Script es para Windows 10 Home x64 / Windows 10 Pro x64 con la actualización Creators Update o más reciente instalada.