- La PlayStation 5 Pro de Sony y la GPU Radeon 8000 de AMD podrían venir con un montón de nuevas funciones de raytracing.
- Mientras que la primera está prevista para finales de 2024, es poco probable que la segunda aparezca antes de principios de 2025.
- Según los últimos rumores, las GPU RDNA 4 de AMD debutarán a principios de 2025 con las tarjetas gráficas de nueva generación Radeon RX 8000.
Un informe reciente de Tom Henderson, uno de los principales filtradores de información sobre PlayStation 5 Pro, afirmaba que la próxima consola de Sony saldría a la venta a finales de 2024. Ahora, el filtrador de X @Kepler_L2 ha revelado algunas de las nuevas funciones de raytracing de la consola, que también estarán presentes en las GPU de nueva generación Radeon 8000 RDNA 4 de AMD.
En un tuit anterior, Kepler afirmó que las funciones de raytracing de RDNA 4 se han rediseñado desde cero y podrían competir con las ofertas de Nvidia.
En el mismo hilo, Kepler afirma que la CPU Zen 2 de 8 núcleos de PlayStation 5 Pro tendrá un boost clock de 3,xx (redactado) GHz, lo que confirma una filtración anterior que predecía que sería de 3,85 GHz. En cuanto a la GPU, podría alcanzar un máximo de 2,35 GHz. Aunque estas especificaciones parecen buenas sobre el papel, los antiguos núcleos Zen 2 podrían impedir que la GPU RDNA 4 despliegue todo su potencial.
Además de una nueva y reluciente GPU AMD RDNA 4, PlayStation 5 Pro también incluirá un escalador de imagen basado en inteligencia artificial (PlayStation Spectral Super Resolution/PSSR). Esto debería permitir a la consola ejecutar juegos a hasta 4K 120 FPS. Los juegos tendrán que funcionar a esta resolución/velocidad para obtener la codiciada etiqueta «PlayStation 5 Pro Enhanced».
Con estos nuevos cambios en las GPU RDNA 4, AMD podría tener una oferta fuerte en lo que respecta al rendimiento de Ray Tracing. Los rumores anteriores también indicaban que la PS5 Pro de Sony aprovecharía al máximo estas mejoras de Ray Tracing, ya que el mercado de las consolas está inmerso en una acalorada batalla en la que Microsoft y Sony se disputan el mejor rendimiento y las mejores prestaciones de hardware que puede ofrecer cada uno de sus buques insignia.
